El bizcochuelo marmolado es una opción clásica y deliciosa que combina lo mejor de dos mundos: vainilla y chocolate. Ideal para acompañar unos mates, este bizcochuelo es suave, esponjoso y con un toque de dulzura que lo convierte en el compañero perfecto para las tardes.
Ingredientes:
- 4 huevos
- 200 g de azúcar
- 200 g de harina leudante
- 100 ml de leche
- 100 ml de aceite neutro
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 2 cucharadas de cacao en polvo
Preparación:
- Preparar la mezcla base: Comenzá batiendo los huevos con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva espumosa y de un color amarillo pálido. Este paso es crucial para obtener un bizcochuelo bien aireado.
- Agregar los líquidos: Añadí la leche y el aceite de a poco mientras seguís batiendo. La mezcla debe ser homogénea.
- Incorporar la harina: Tamizá la harina leudante y agregala a la mezcla en varias tandas, batiendo de manera suave para evitar que se formen grumos. Añadí la esencia de vainilla para darle ese toque característico.
- Dividir la mezcla: Separá la mitad de la preparación en otro recipiente. A una de las partes agregale las dos cucharadas de cacao en polvo tamizado y mezclá bien hasta que quede todo bien incorporado.
- Formar el marmolado: En un molde previamente enmantecado y enharinado, verté primero una capa de la mezcla de vainilla. Luego, alterná con la mezcla de chocolate. Repetí hasta que se termine toda la masa. Con la ayuda de un cuchillo o un palillo, hacé movimientos en forma de espiral para crear el efecto marmolado.
- Hornear: Llevá el molde a un horno precalentado a 180 °C y horneá por unos 35-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
- Enfriar y servir: Una vez cocido, dejá enfriar el bizcochuelo dentro del molde por unos minutos antes de desmoldar. Servílo en rodajas generosas junto con unos mates para disfrutar de su textura esponjosa y su sabor equilibrado.