El budín de queso y fruta nunca falla por su sabor único y su increíble textura húmeda. Lo mejor de todo es que su preparación es muy simple porque consiste en solo mezclar los ingredientes, cocinar y en menos de una hora tendrás un budín esponjoso y lleno de sabor.
Esta preparación siempre de destaca por su versatilidad, ya que es ideal tanto para el desayuno como para la merienda, y es perfecto para compartir con tus amigos, pareja o familia.
Pero este budín en particular tiene un plus: la incorporación del queso crema y la crema de leche le dan una textura ultra húmeda, que junto con la fruta congelada, lo transforma en un postre fresco, suave y muy agradable al paladar.
Por otra parte, podés prepararlo en su formato clásico o, si preferís algo más práctico, podés hacerlo en una placa rectangular y cortarlo en cuadraditos, en porciones individuales.
Ingredientes
-250 g de queso crema
-250 g de crema de leche
-200 g de azúcar común
-3 huevos
-250 g de harina leudante
-esencia de vainilla 10 g
-Fruta congelada 200 g
El paso a paso para preparar el budín de frutas y queso
1-En un bowl grande colocá el queso crema, la crema de leche y el azúcar. Mezclá suavemente con una espátula hasta que los ingredientes se integren bien, pero sin batir demasiado.
2-Añadí los huevos de a uno, batiendo suavemente después de cada incorporación. Esto ayudará a que la mezcla mantenga su suavidad y se integre sin grumos.
3-Tamizá la harina leudante sobre la mezcla y agregá la esencia de vainilla. Mezclá con movimientos envolventes para incorporar la harina sin sobrebatir.
4-Sumá las frutas congeladas a la mezcla, integrándolas con cuidado para que no se rompan.
5-Verté la mezcla en un molde enmantecado y enharinado, o si preferís, en una placa rectangular si querés cortar el budín en cuadraditos más adelante.
6-Llevá el budín a un horno precalentado a 180°C y hornealo durante unos 35 o 40 minutos. Sabés que está listo cuando al insertar un cuchillo en el centro, éste sale limpio.
7-Retirá el budín del horno y dejalo enfriar antes de desmoldar. Si lo hiciste en una placa rectangular, cortalo en cuadraditos para servirlo de manera más práctica.