La salsa rosa es una de esas preparaciones que pueden transformar un plato sencillo en una experiencia gastronómica memorable.
Con su textura suave y su sabor delicado, esta salsa es la compañera ideal para pastas rellenas, como ravioles o tortellinis, aunque también puede acompañar otros tipos de pasta y platos variados.
A diferencia de la salsa mixta, que combina salsa roja y salsa blanca, la salsa rosa se logra al mezclar puré de tomate con crema de leche, creando un equilibrio perfecto entre la acidez del tomate y la cremosidad de la crema.
Ingredientes necesarios para una salsa rosa perfecta
Para preparar esta deliciosa salsa rosa, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 pizca pequeña de romero
- 1 taza de puré de tomate
- 1 taza de crema de leche
- Aceite de oliva (cantidad necesaria)
- Sal y pimienta al gusto
Con estos simples ingredientes, podrás crear una salsa versátil que no solo es ideal para pastas, sino que también se puede utilizar como base para otros platos, como pollo o mariscos.
Paso a paso: cómo hacer salsa rosa
Preparar esta salsa es un proceso sencillo que no te llevará más de 20 minutos. Sigue estos pasos para lograr una salsa rosa cremosa y llena de sabor:
- Preparación de los ingredientes: Comienza picando finamente la cebolla y el diente de ajo. Es importante que ambos queden lo más pequeño posible, ya que esto permitirá que se integren mejor en la salsa y que su sabor se distribuya uniformemente.
- Cocinar la cebolla y el ajo: En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego mínimo. Una vez caliente, agrega la cebolla y el ajo picados. Cocina lentamente para que se ablanden, pero evita que se doren, ya que esto podría alterar el sabor suave de la salsa rosa. El objetivo es que la cebolla se vuelva translúcida y el ajo libere su aroma sin quemarse.
- Incorporar el puré de tomate: Cuando la cebolla y el ajo estén cocidos, añade la taza de puré de tomate a la sartén. Remueve bien para combinar todos los ingredientes y deja que el puré se cocine a fuego medio durante unos minutos. Este paso es crucial para que el tomate adquiera una consistencia más espesa y concentrada, lo que aportará profundidad al sabor de la salsa.
- Agregar condimentos: En este punto, puedes añadir la pizca de romero, junto con otros condimentos que prefieras. El romero le da un toque aromático que complementa perfectamente el sabor del tomate. Si lo deseas, puedes experimentar con otras hierbas como albahaca o tomillo, o incluso añadir una pizca de azúcar para balancear la acidez del tomate.
- Añadir la crema de leche: Una vez que el puré de tomate haya alcanzado la consistencia deseada, es momento de incorporar la crema de leche. Vierte la taza de crema en la sartén y mezcla bien para que se integre con el tomate. Verás cómo la salsa adquiere un color rosado suave y una textura sedosa.
- Cocinar y ajustar el sabor: Deja la salsa a fuego bajo por unos minutos más para que todos los sabores se mezclen. Prueba la salsa y ajusta la sal y la pimienta a tu gusto. Si prefieres una salsa más cremosa, puedes añadir un poco más de crema, o si la deseas más intensa, puedes reducir el tiempo de cocción para que espese un poco más.