Cuando adoptamos o compramos un perro, es fundamental conocer no solo su carácter o nivel de actividad, sino también qué predisposiciones genéticas puede tener a ciertas enfermedades.
Si bien la atención veterinaria adecuada y una buena alimentación pueden prevenir muchos problemas de salud, algunas razas tienen una mayor tendencia a desarrollar condiciones médicas específicas.
1. Bulldog inglés
El bulldog inglés, conocido por su apariencia robusta y su cara chata, es una de las razas más propensas a sufrir problemas de salud. Debido a su estructura física, esta raza es susceptible a:
- Problemas respiratorios: Su hocico corto (braquicefalia) genera dificultades para respirar, especialmente en climas cálidos o húmedos. Las caminatas intensas o largas pueden agotarlos fácilmente.
- Displasia de cadera: Esta condición es común en muchas razas grandes, pero el bulldog inglés es particularmente vulnerable debido a su peso y estructura ósea.
- Problemas dermatológicos: Su piel arrugada puede desarrollar infecciones o dermatitis si no se limpia y seca regularmente.
Los dueños de bulldogs deben prestar especial atención a la higiene de las arrugas de su piel, evitar exponerlos al calor extremo y controlar su peso para evitar complicaciones en las articulaciones.
2. Pastor alemán
El pastor alemán, una raza conocida por su inteligencia y versatilidad, también está predispuesto a varias condiciones médicas, siendo las más comunes:
- Displasia de cadera y codo: Estos problemas articulares son frecuentes en el pastor alemán, lo que puede llevar a una movilidad reducida y dolor en las extremidades.
- Problemas digestivos: Los pastores alemanes pueden desarrollar una condición llamada torsión gástrica, una emergencia médica en la que el estómago se llena de gas y se retuerce, lo que requiere intervención veterinaria inmediata.
- Enfermedades degenerativas: El pastor alemán es propenso a padecer mielopatía degenerativa, una enfermedad que afecta la médula espinal y provoca pérdida de movilidad en las patas traseras.
Para mantener la salud de un pastor alemán, es clave asegurarse de que haga ejercicio moderado, evitar que coma en exceso y brindarle chequeos veterinarios regulares para detectar problemas articulares o digestivos a tiempo.