Dejá tus ollas como nuevas con 4 simples trucos de limpieza

Con estos métodos, podés devolverle la vida a tus ollas y sartenes de hierro, lo que te ayudará a evitar el desperdicio de utensilios.

Dejá tus ollas como nuevas con 4 simples trucos de limpieza
Siempre existen formas de recuperar estos utensilios de cocina.

El uso constante y el paso del tiempo provocan que muchas sartenes y ollas de hierro comiencen a oxidarse. Ante esta situación, muchas personas piensan que lo mejor es desecharlas. Sin embargo, siempre existen formas de recuperar estos utensilios de cocina, con métodos simples y accesibles que eliminan el óxido de manera efectiva.

La oxidación se acelera debido a factores como la exposición al calor y la humedad, especialmente en cocinas con poca ventilación o alta condensación. Por eso, es crucial guardar las ollas en lugares frescos y secos, lo que ayuda a retrasar este proceso. Ahora bien, si el óxido ya está presente, hay varias soluciones que podés implementar para restaurarlas y seguir usándolas sin problemas.

Es crucial guardar las ollas en lugares frescos y secos, lo que ayuda a retrasar este proceso.
Es crucial guardar las ollas en lugares frescos y secos, lo que ayuda a retrasar este proceso.

4 trucos para limpiar las ollas

- Kétchup: Aunque suene extraño, el kétchup puede ser un gran aliado para limpiar utensilios oxidados. Este aderezo contiene ácidos que ayudan a descomponer las manchas. Primero, cubrí la superficie oxidada con una cantidad generosa de kétchup, asegurándote de que cubra toda la mancha. Dejalo reposar durante 30 minutos. Luego, frotá suavemente con una esponja de virulana para ir removiendo el óxido. Por último, enjuagá la olla con agua para eliminar los restos del producto y las manchas.

- Vinagre blanco: El vinagre blanco es un líquido versátil que no puede faltar en ningún hogar. Su eficacia para eliminar óxido es notable gracias a sus propiedades ácidas. Aplicalo directamente sobre la superficie afectada y dejalo actuar durante cinco minutos. Después, frotá con un paño limpio y seco hasta que la mancha desaparezca. Este método también es ideal para mantener las ollas libres de bacterias.

- Sal gruesa y aceite: La sal gruesa actúa como un exfoliante natural, ayudando a desprender las manchas de óxido. Espolvoreá una cantidad abundante de sal sobre la superficie oxidada y añadí unas gotas de aceite para formar una pasta. Dejala actuar por 10 minutos y luego frotá con un paño o una esponja. Este procedimiento es efectivo porque la sal elimina el óxido sin dañar la superficie del hierro.

- Bicarbonato y limón: Para este método, esparcí bicarbonato de sodio sobre las zonas afectadas y añadí unas gotas de jugo de limón. Dejá reposar esta mezcla unos minutos y luego frotá la superficie. Las propiedades del bicarbonato y el limón trabajan en conjunto para descomponer el óxido.

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