Myriam y Arnie Notkin están entre las personas desaparecidas por el derrumbe en Miami. Se trata de un matrimonio de 81 y 87 años, respectivamente, muy querido entre sus conocidos y que tenía una activa participación entre la comunidad judeo cubana.
Ahora se conoció que sus seres queridos, a la desazón, sumaron el impacto por los numerosos llamados recibidos los días posteriores al hecho desde el teléfono fijo que tenía el matrimonio en la habitación del departamento 302 del edificio del Champlain Towers.
Según informó un medio internacional, Jake Samuelson, nieto de la pareja, afirmó que desde el día del trágico colapso del edificio, la familia recibió misteriosas llamadas desde el teléfono que tenían Arnie y Myriam tenían junto a la cama.
El día del hecho la familia recibió 16 comunicaciones, y al día siguiente 15. Al responder, solo se escuchaba el sonido ambiente. Desde el primer momento las autoridades estuvieron al tanto de esta información. Pero ya el sábado, dos días después del derrumbe, esos intentos de comunicación cesaron, según informó Clarín.
El fin de semana la comisionada de North Miami Beach, Fortuna Smukler, quien fue amiga de la niñez con el matrimonio Notkins, le dijo al Miami Herald que “sería un milagro” encontrarlos con vida. También destacó que él es muy querido en la comunidad de Miami Beach, donde se desempeñó como profesor de educación física.
Muchas personas cercanas Arnie y Myriam también contaron que la pareja solía asistir a eventos judíos cubanos. Estaban instalados en Miami desde la década del 50. Ella había ejercido como empleada bancaria y agente de bienes raíces. Mientras que Arnie era un profesor de educación física muy recordado por sus alumnos de la zona de Miami Beach.
A ambos les encantaba la música latina, sobre todo la cubana. Myriam compartía con frecuencia videos de los eventos a los que asistían. Aunque durante la pandemia permanecieron aislados en su apartamento.
En la madrugada del 24 de junio, un sector del complejo Champlain Towers derrumbó. El edificio tenía 12 pisos y unos 130 departamentos, de los cuales 55 colapsaron. En Florida, cada 40 años, todos los edificios están obligados a realizar una inspección. Como este había sido construido en 1981, “se estaba trabajando para cumplir con el estándar de 40 años. Tenemos un estricto código de construcción desde el huracán Andrew para actualizaciones y mejoras”, indicó Sally Heyman, inspectora del condado de Miami-Dade, según la cadena BBC.
También se conoció que hace casi tres años Morabito Consultants, una empresa de ingeniería estimó que las reparaciones importantes que necesitaba la estructura costarían más de $9 millones.
En otro documento, la compañía mostraba que la plataforma de la piscina del edificio descansaba sobre una losa de concreto que tenía “daños estructurales importantes” y necesitaba una reparación importante. Ese informe también revelaba la presencia de abundantes grietas en las columnas, vigas y paredes de concreto del estacionamiento.