La historia de la papa comienza en América del Sur, donde la papa fue cultivada por los antiguos pueblos andinos hace más de 7.000 años. Los incas fueron los primeros en descubrir las bondades de este tubérculo, que luego sería llevado a Europa en el siglo XVI.
Sin embargo, la historia específica de la papa frita tal como la conocemos hoy está algo disputada. Una teoría popular sostiene que fueron los belgas los primeros que comenzaron a freír papas en aceite en el siglo XVII.
Según la leyenda, los pescadores de la región de Namur solían freír pequeños pescados, pero cuando los ríos se congelaban en invierno, cortaban papas en forma de pescado y las freían como sustituto.
Por otro lado, los franceses también reclaman la invención de las papas fritas. En París, durante la Revolución Francesa, las papas fritas se vendían en puestos callejeros cerca del Puente Nuevo, y fueron rápidamente adoptadas por la población debido a su bajo costo y delicioso sabor.
A principios del siglo XIX, las papas fritas ya eran populares en toda Europa, pero su expansión global fue gracias a su llegada a Estados Unidos. Los soldados estadounidenses que lucharon en Europa durante la Primera Guerra Mundial probaron las papas fritas y las trajeron de vuelta a casa, donde rápidamente se convirtieron en un éxito.
En Estados Unidos, el término “french fries” (papas fritas) se consolidó, y el acompañamiento se expandió en la cultura gastronómica norteamericana. Así, la historia de la papa frita no es solo la historia de esta comida en sí, sino también un reflejo de la evolución cultural y culinaria de las sociedades que las adoptaron y adaptaron a lo largo del tiempo.
El paso a paso para conseguir la papa frita perfecta
1- Laval, pelá las papas y cortalas en bastones, del tamaño que prefieras, pero todas deben quedar iguales para la cocción.
2-Luego enjuagalas con agua tibia para eliminar el almidón o podés hervir agua y sumergirlas por 5 minutos.
3- Sécalas con un repasador o ponelas en una olla o sartén a fuego bajo y movelas hasta que queden bien secas.
4- En esa misma olla o sartén, cubrilas de aceite frío (el que quieras usar, si es oliva mucho mejor), dales una removida para que no se peguen al fondo y ahí poné el fuego bien fuerte. Si, aceite frío es la clave para conseguir las mejores papas fritas.
5- Hace mucho que los cocineros científicos demostraron que es un mito que si el aceite está frío la papa sale aceitosa y poco crocante.
6- Mientras se cocinan, removelas 1 o 2 veces para asegurarte que no se peguen al fondo.
7-Esperá a que las papas tomen un color bien dorado y listo. Un poco de sal y están listas para disfrutarlas.
