En algunas ocasiones, las soluciones más efectivas se hallan en elementos simples y a nuestro alcance. El agua de arroz es agradable al paladar, sencillo de elaborar y posee propiedades terapéuticas.
El agua de arroz es un recurso natural con características nutritivas y terapéuticas que brinda ventajas para el sistema digestivo y la dermis, además de proporcionar vitalidad. Más allá de esto, de acuerdo a diversas investigaciones, las bebidas vegetales suelen contener niveles reducidos de proteínas, lo que podría generar complicaciones a largo plazo.
Los minerales predominantes en el arroz son el potasio, el magnesio y el hierro. Además, a diferencia de otros granos, el arroz no contiene gluten, lo que resulta fundamental para las personas que padecen enfermedad celíaca, ya que pueden consumirlo sin experimentar trastornos digestivos.
Cómo preparar el agua de arroz
Numerosas personas creen que el agua de arroz es la que sobra al enjuagar el arroz antes de cocinarlo, sin embargo, esto es incorrecto. Se refiere al líquido que permanece después de que el arroz ha sido hervido.
Para poder llevar a cabo el proceso para obtener el agua de arroz con las mejores propiedades, se debe contar con media taza de arroz blanco y cuatro tazas de agua.
Para preparar el agua de arroz, comienza por hervir agua en una olla. Una vez que el agua esté hirviendo, agrega el arroz y permite que hierva a fuego lento durante unos 20 minutos. Cuando el arroz esté listo, cuela el exceso de agua y guárdala en un recipiente de vidrio.
Qué usos se le puede dar al agua de arroz
La agua de arroz posee propiedades revitalizantes, lo que la convierte en una opción común durante períodos de fatiga o falta de apetito, aunque no hay respaldo científico específico para esta afirmación. A menudo se sugiere un consumo diario de dos vasos, aunque la cantidad puede variar según las preferencias individuales.
El arroz es abundantemente rico en almidón, lo que lo convierte en un aliado no solo para proteger las mucosas internas del sistema digestivo al mezclarse con agua, sino también para realzar la salud de la piel.
Gracias a sus propiedades astringentes y antiinflamatorias, el agua de arroz resulta beneficiosa para tratar diversas afecciones cutáneas, incluyendo el eczema, el acné, las arrugas y las quemaduras solares.
Por último, el uso del agua de arroz se extiende al tratamiento capilar, ya que sus propiedades fortalecen la región epitelial que alberga los folículos pilosos. Además, contribuye a reducir la acumulación de grasa responsable de la seborrea o caspa, lo que resulta en un cabello con una textura más suave, rejuvenecida y radiante.