En épocas festivas, feriados o fines de semana, los hoteles y locales gastronómicos deben trabajar el doble de lo que harían un día habitual, ya que es en esas jornadas donde son más solicitados. Por este motivo, tener espacio disponible es de suma importancia, por lo que muchos optan por no hacer reservaciones o, en su defecto, cobrar una seña por anticipado.
Sin embargo, un restaurante de Murcia, España, no pudo prever esta situación y sufrió un desagradable momento con un comensal. Es que, al momento de avisarle al hombre que su comida ya estaba lista para retirar, este le informó -ya muy tarde- que no podría asistir. El descargo del hostelero se viralizó en redes, ya que puso en el foco en la problemática que aqueja a los comercios de este rubro.
El hecho comenzó por un cordial intercambio en Whatsapp, iniciado por el dueño de “Las Cumbres”, ubicado en la localidad de Cabezo de la Cruz. “Buenas tardes, soy Óscar. Tenemos una reserva”, comenzó. Once minutos más tarde, el cliente se limitó a responder: “Perdona por no avisar”, haciendo referencia a que ya no asistiría a comer.
Ante esta respuesta, el local gastronómico intentó brindar una solución para ambos. “El arroz está hecho, falta echarlo. Puedes pasar a recogerlo”, contestaron. Sin embargo, el comensal reiteró que él y sus acompañantes no iban a ir. “Se me ha olvidado avisar. Pero se ha cancelado”, reiteró.
En ese momento, Öscar, quien ya había perdido tiempo preparando la comida y clientes al guardar la mesa, preguntó qué haría con el plato ya preparado. Lo que siguió fue una desconsiderada respuesta: “Lo normal sería no hacerlo si no voy. Al menos confirmar la reserva”.
Allí, el hostelero tomó la decisión de descargarse sin perder su cordialidad y le dio una lección de empatía a su cliente. “La base del arroz se prepara durante la mañana para que cuando lleguéis lo tengáis en la mesa en 20 minutos. Te digo esto para que, si es posible, no vuelvas a hacerlo, no solo a nosotros, sino a cualquier otro sitio”, explicó.
Y siguió: “Estas cosas hacen daño porque en hostelería tenemos pocos días rentables a la semana, y uno de ellos es el domingo. Hoy he tenido que decirle a varias mesas que no tenía lugar y me quedó la suya sin aprovechar”. En este punto, Óscar remarcó que, además, también perdieron tiempo valuable e ingredientes en un arroz de mariscos que, si no llegara a ser pedido por otros comensales, sería desperdiciado.
“Por favor, la próxima vez empatiza un poco con la gente que está todo un día festivo trabajando. Un saludo”, concluyó.
El posteo, compartido en la red social X, cuenta con casi 460 mil reproducciones y abrió un debate entre los internautas, quienes se preguntaron cuál podría ser la opción correcta para evitar estos casos o, en caso de que sucedan, que no generen grandes pérdidas en los comercios.
Por un lado, algunos usuarios opinaron que el restaurante debería cobrar una fianza o pedir una seña. Otros internautas se limitaron a elogiar la educación del hostelero y comentaron que, cada vez que llamaron para cancelar una reservación, los empleados de los locales gastronómicos se lo “agradecieron mucho”.