“La Iglesia confiesa que Jesús es el Hijo de Dios que se hizo carne. Este es el escándalo, y por esto perseguían a Jesús» (...) Cuando el sumo sacerdote le pregunta: “¿Eres tú el Cristo, el Hijo de Dios?”, Jesús responde que sí e inmediatamente es condenado a muerte. “Este es el centro de la persecución”.
“Pidamos al Señor «no tener vergüenza de vivir con este escándalo de la cruz». E implorar a Dios la sabiduría, la inteligencia «para no dejarse atrapar por el espíritu del mundo, que siempre hará propuestas educadas, propuestas civilizadas». Propuestas que realmente niegan «el hecho de que el Verbo se encarnó», que al final es aquello que escandaliza a aquellos que persiguen a Jesús, y aquello que destruye la obra del diablo”, reflexionó el Papa Francisco en Santa Marta, el 1 de junio de 2013
El Evangelio, que relata la vida y las palabras de Jesucristo, ocupa un lugar central durante la celebración de la misa. La liturgia de la Palabra permite adentrarse en las enseñanzas de la Palabra de Dios y reflexionar.
Compartimos los textos del sábado 1 de junio de 2024 de acuerdo al sitio web del Vaticano.
Primera lectura
Lectura Judas
Judas 17. 20-25
Queridos hermanos: Recuerden las palabras que les predicaron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Consolídense sobre el cimiento de su fe santa, oren movidos por el Espíritu Santo, conserven en ustedes el amor a Dios, en espera de que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo les dé la vida eterna.
A los indecisos traten de convencerlos, para arrancarlos del fuego de la condenación; a los otros, manifiéstenles compasión, pero con cautela, aborreciendo aun la ropa contaminada por su mala vida.
Al Dios único, nuestro Salvador, que puede preservarlos a ustedes de todo pecado y hacer que se presenten ante su gloria gozosos y sin mancha, honor y gloria, fuerza y poder, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre, ahora y por todos los siglos. Amén.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Mc 11, 27-33
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?”
Jesús les respondió: “Les voy a hacer una pregunta. Si me la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme”.
Ellos se pusieron a razonar entre sí: “Si le decimos que de Dios, nos dirá: ‘Entonces ¿por qué no le creyeron?’, y ¿si le decimos que de los hombres…?” Pero, como le tenían miedo a la multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron a Jesús: “No lo sabemos”. Entonces Jesús les replicó: “Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto”.
Es Palabra de Dios.