«El contenido de la misión encomendada los Apóstoles es el siguiente: proclamar, bautizar, enseñar y recorrer el camino trazado por el Maestro, es decir, el Evangelio vivo. Este mensaje de salvación implica, en primer lugar, el deber de dar testimonio —sin testimonio no se puede anunciar— al que también estamos llamados nosotros, discípulos de hoy, para dar razón de nuestra fe”, señaló el Papa Francisco en el Regina Caeli, 24 de mayo de 2020.
“Ante una tarea tan exigente, y pensando en nuestras debilidades, nos sentimos inadecuados, como seguramente los mismos Apóstoles se sintieron. Pero no debemos desanimarnos, recordando las palabras que Jesús les dirigió antes de ascender al Cielo: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (v. 20)”, afirmó su Santidad.
A través de la lectura y la meditación, la liturgia de la Palabra ofrece la oportunidad de conocer las enseñanzas y mensajes que la Palabra de Dios transmite. Compartimos aquí los textos que corresponden al domingo 26 de mayo, de acuerdo al sitio web del Vaticano.
Primera lectura
Lectura del Libro de Deuteronomio
Dt 4, 32-34. 39-40
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Pregunta a los tiempos pasados, investiga desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra. ¿Hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, una cosa tan grande como ésta? ¿Se oyó algo semejante?
¿Qué pueblo ha oído sin perecer, que Dios le hable desde el fuego, como tú lo has oído? ¿Hubo algún dios que haya ido a buscarse un pueblo en medio de otro pueblo, a fuerza de pruebas, de milagros y de guerras, con mano fuerte y brazo poderoso? ¿Hubo acaso hechos tan grandes como los que, ante sus propios ojos, hizo por ustedes en Egipto el Señor su Dios?
Reconoce, pues, y graba hoy en tu corazón que el Señor es el Dios del cielo y de la tierra y que no hay otro. Cumple sus leyes y mandamientos, que yo te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tu descendencia, y para que vivas muchos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre’'.
Segunda lectura
Lectura de los Carta del apóstol Pablo a los romanos
Rom 8, 14-17
Hermanos: Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.
El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con él para ser glorificados junto con él.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo Evangelio según San Mateo
Mt 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
Es Palabra de Dios.