La mermelada de durazno es una delicia casera que captura el sabor dulce y jugoso de este frutal dentro en un frasco, permitiéndote disfrutar en cualquier época del año.
Esta receta tradicional es una forma maravillosa de preservar la abundancia de duraznos durante su temporada y disfrutar de su exquisito sabor mucho después de que haya pasado el verano. Además de ser increíblemente sabrosa, hacer tu propia mermelada de durazno es una actividad gratificante.
Para esto solo requiere unos pocos ingredientes básicos: un kilo de duraznos frescos, un kilo de azúcar y jugo de limón (media taza aproximadamente). Algunos prefieren añadir pectina para asegurar una mejor consistencia, aunque esta fruta ya contienen esto de forma natural suficiente para lograr una textura perfecta.
Ya sea que la disfrutes en una tostada, como relleno de pasteles o simplemente a cucharadas, la mermelada de durazno casera es un placer que vale la pena hacer.
El paso a paso de la mermelada casera de durazno
- Lava bien los duraznos bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo de pesticidas o suciedad.
- Para facilitar el pelado, haz una incisión en forma de cruz en la base de cada durazno y sumérgelos en agua hirviendo por 30 segundos.
- Corta los duraznos en mitades y quítales el hueso. Luego, córtalos en trozos pequeños.
- Coloca los duraznos troceados en una olla grande y agrega el azúcar, el jugo de limón y el agua. Mezcla bien para que el azúcar comience a disolverse.
- Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto, removiendo constantemente con una espátula de madera para evitar que se pegue o se queme.
- Una vez que la mezcla esté hirviendo, reduce el fuego a medio y continúa cocinando por unos 20-30 minutos, removiendo ocasionalmente. Los duraznos deben ablandarse y empezar a deshacerse.
- Si prefieres una mermelada con una textura más suave, puedes usar una licuadora de mano para triturar la mezcla en la olla hasta alcanzar la consistencia deseada. Alternativamente, puedes transferir la mezcla a una licuadora o procesador de alimentos y luego devolverla a la olla.
- Si decides usar pectina para asegurar que la mermelada espese adecuadamente, sigue las instrucciones del paquete. Generalmente, se disuelve en una pequeña cantidad de agua y luego se añade a la mermelada, revolviendo bien.
- Continúa cocinando la mermelada a fuego medio, removiendo con frecuencia. La mezcla debe reducirse y espesarse. Si tienes un termómetro para caramelos, cocina hasta que la mezcla alcance unos 105°C, que es el punto de gelificación.
- Para comprobar si la mermelada está lista, coloca una pequeña cantidad en un plato frío y deja enfriar por un minuto. Si al empujar con el dedo, la mermelada arruga, está lista. Si no, sigue cocinando y prueba nuevamente después de unos minutos.