La mayonesa, esa simple combinación de huevo, aceite, jugo de limón y sal, ha sido una tradición arraigada en la cocina doméstica a lo largo de los años. Su versatilidad la convierte en un acompañamiento esencial y, en ocasiones, en el ingrediente secreto que realza numerosas recetas.
Hay varios trucos sencillos para evitar que la mayonesa casera se corte. Es posible prepararla a cada gusto, más espesa para una ensalada rusa o más ligera para acompañar una ensalada.
Un detalle muy importante es la elección del aceite para la mezcla. Esto es crucial para el sabor y la textura de la mayonesa: si se busca un sabor más suave, se debe optar por el aceite de girasol; mientras que, si se desea un toque más robusto, el aceite de oliva virgen extra es una excelente elección.
Receta y paso a paso de la mayonesa casera
Ingredientes necesarios: un huevo tamaño L, 250 ml de aceite de oliva o de girasol, una cucharada de jugo de limón, 2 cucharadas de agua fría y sal a gusto.
La mayonesa casera tiene muchas variantes más allá de las tradicionales. Por ejemplo, se puede agregar mostaza y miel para un toque agridulce, o dos dientes de ajo y una cucharada de perejil fresco antes de batir para una versión con sabor a ajo y perejil.
1. Romper el huevo en un recipiente y batir con un tenedor. Debe ser poco como si fuese para una tortilla.
2. Pasar el huevo a un vaso de batidora junto con la sal y el jugo de limón. Se debe batir unos 20 segundos sin mover la batidora y a velocidad baja para que se convierta en espuma.
3. Agregar el agua y batir de nuevo para emulsionar.
4. Llega el momento de sumar el aceite de a poco y batiendo a velocidad baja y sin mover la batidora durante 30 segundos hasta terminar con el aceite.