Es molesto, interrumpe la paz y, aunque no es una enfermedad, el hipo puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza.
Los espasmos involuntarios del diafragma que generan una respiración entrecortada y ese característico sonido de ‘hip’ pueden arruinarnos un momento de calma.
Aunque hemos escuchado y probado numerosos trucos para detenerlo, parece que uno de ellos brilla con luz propia y ha demostrado ser infalible.
Los intentos de detener el hipo van desde las palmaditas en la espalda hasta dejar de respirar, pero el hipo persiste, desafiante.
Antes de revelar el truco definitivo, recordemos qué es el hipo. Este movimiento convulsivo del diafragma, un músculo crucial para la respiración, puede surgir después de una comida abundante, al consumir bebidas alcohólicas o gaseosas, o como respuesta a una emoción repentina.
Pero, ¿cuál es la solución a este incómodo problema? La clave radica en comprender que el hipo está estrechamente ligado a la respiración.
El truco infalible implica una contorsión digna de un acróbata y una acción peculiar: beber agua desde el lado opuesto del vaso.
¿Cómo hacer el truco para sacar el hipo?
Llena medio vaso de agua, inclina tu torso hacia adelante y procede a tomar pequeños sorbos desde el lado contrario del vaso.
Este método aparentemente curioso tiene un fundamento científico. Normaliza la actividad de los músculos relacionados con la respiración y estimula terminaciones nerviosas clave, como las del nervio vago, el frénico y el sistema simpático, que inervan diversas áreas como el tórax, el abdomen, el oído, la nariz y la faringe.
En resumen, este enfoque singular ayuda al diafragma a recuperar su ritmo natural y, con suerte, a poner fin al molesto hipo.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que este remedio casero es eficaz para episodios de hipo agudo y repentino, por eso siempre es recomendable consultar a un profesional.