Las fotos del pasado son bochornosas para muchas personas. Al verlas desearíamos no haberlas sacado y claro, están guardadas en una caja que nunca se abre ni muestra. Pero hay personas diferentes.
Hay quienes lejos de avergonzarse, ven sus tomas de cuando eran más chicos con humor y añoranza y que prefieren compartirlas con el mundo entero. Unos valientes que además acompañaron sus postales con divertidos epígrafes y que conquistaron las redes sociales.