Desde que los talibanes tomaron el poder de Afganistán a mediados de agosto, miles de habitantes intentaron huir del país. Como contracara, aquellos que lo lograron, desembarcaron en aeropuertos extranjeros y comienzan una nueva vida, lejos de sus raíces pero también lejos del horror. Uno de estos momentos se viralizó esta semana.
La imagen capturó a una niña con un pantalón amarillo, y una remera con detalles en el mismo color. La menor baja del avión saltando y corretea tras su familia. La foto fue tomada por Johanna Geron (Reuters) el pasado 25 de agosto en la base aérea militar de Melsbroek, en Bélgica. El trote alegre y su ropa lo indica todo, esa niña es libre.
“Esto es lo que sucede cuando se protege a los refugiados”, escribió en Twitter el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt. “¡Bienvenida a Bélgica, pequeña!”, manifestó el exmandatario en un mensaje donde compartió la icónica fotografía.
La niña y su familia formaban parte de un grupo de unas 1.400 personas que Bélgica logró sacar de Kabul luego de que los talibanes se hicieran con el control del país el 16 de agosto de este año.
Por lo general, y afortunadamente, esa escena se repite. Niños en buen estado de salud se muestran felices y agradecidos, aunque muy callados debido a la barrera idiomática.
La adaptación
Por su parte, en España ya se está pensando en su incorporación al sistema educativo, cuyo nuevo ciclo está por comenzar. Habría aulas de enlace -que dan apoyo de refuerzo cuando hay problemas de idiomas-, una fase intermedia donde arrancar antes de pasar a la clase ordinaria.
La coordinadora estatal de acogida de la Comisión Española de Ayuda al refugiado (CEAR), Áliva Díez, comentó que esto es muy importante para poder darle cierta rutina que facilite su adaptación. Además afirmó que si bien al principio se muestran contentos, con el pasar de los días comienzan a parecer sensaciones más complejas con relación a su nuevo entorno.
“En general, los niños lo primero que manifiestan es alegría en cuanto les cubres lo más básico, pero lo que haya de fondo eso va a salir a partir de unos días después, eso no sale en los primeros momentos, tampoco en los adultos” comentó. “Es un mecanismo de supervivencia: hasta que no estás en un lugar seguro tu cuerpo y tu mente no te permite hacer brotar el duelo mental que has podido vivir, eso empezará a salir ahora al cabo de una o dos semanas”, sostiene la coordinadora estatal de CEAR.
