Además de la heladera o la pava eléctrica, hay otro electrodoméstico que rankea alto en cuanto al consumo de energía al interior de un hogar, incluso cuando está apagado o en stand by.
En estos tiempos de ahorro, es conveniente revisar qué aparatos encendemos y por cuántas horas, ya que su excesivo consumo abulta el costo de la factura de la luz.
Además, hay que tener en cuenta el “consumo vampiro” o “consumo fantasma”. Se refiere al uso de energía por parte de aparatos electrónicos cuando están en modo de espera, apagados, pero aún conectados a la corriente eléctrica.
Aunque la cantidad de energía que consume un dispositivo en este estado es generalmente baja, su impacto se magnifica debido a la cantidad de aparatos en un hogar moderno que permanecen en esta condición durante largos períodos. A lo largo del tiempo, este consumo acumulado puede representar hasta un 10% o 20% de la factura de electricidad
Cuál es el electrodoméstico que más gasta energía en casa
El televisor es uno de los electrodomésticos que más energía consume incluso cuando está apagado o en modo de espera. Según Infobae, los televisores inteligentes o “Smart TV” continúan utilizando energía para mantener ciertas funciones activas, como la recepción de actualizaciones de software y aplicaciones, así como la conexión constante a Internet.
Aunque un televisor apagado podría consumir entre 0,5 y 3 vatios, este consumo puede representar hasta el 5% de la energía que utilizaría estando encendido.
Este gasto energético, aunque parezca menor, se acumula con el tiempo si el televisor permanece enchufado durante varias horas al día. Además, el modo de espera, que permite al aparato encenderse rápidamente al usar el control remoto, también contribuye al consumo continuo de energía.
Para evitar este consumo innecesario y ahorrar en la factura eléctrica, se recomienda:
- Desenchufar el televisor cuando no se esté utilizando.
- Reducir el brillo de la pantalla.
- Activar el modo de ahorro de energía si el televisor cuenta con esta opción.
- Tener en cuenta el tamaño del televisor, ya que los modelos más grandes consumen más energía al encender todos los píxeles.