Evangelio de hoy, 30 de octubre: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta”

La Palabra de Dios transmite mensajes profundos, enseñanzas valiosas y una oportunidad para la reflexión espiritual. A continuación, te compartimos la liturgia del miércoles 30 de octubre según el Vaticano.

Evangelio de hoy, 30 de octubre: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta”
"Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos".", dijo Jesús.

El Evangelio de hoy nos invita a reflexionar acerca del tema de la salvación. “Jesús está subiendo desde Galilea hacia la ciudad de Jerusalén y en el camino —relata el evangelista Lucas— alguien se le acerca y le pregunta: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’. Jesús no responde directamente a la pregunta: no es importante saber cuántos se salvan, sino que es importante más bien saber cuál es el camino de la salvación”, comentó el Papa Francisco.

La imagen de la puerta se repite varias veces en el Evangelio y se refiere a la de la casa, del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor, calor. Jesús nos dice que existe una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él. Esta puerta es Jesús mismo. Él es la puerta. Él es el paso hacia la salvación. Él conduce al Padre. Y la puerta, que es Jesús, nunca está cerrada, esta puerta nunca está cerrada, está abierta siempre y a todos, sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios”.

“Jesús no excluye a nadie. Tal vez alguno de vosotros podrá decirme: «Pero, Padre, seguramente yo estoy excluido, porque soy un gran pecador: he hecho cosas malas, he hecho muchas de estas cosas en la vida». ¡No, no estás excluido! Precisamente por esto eres el preferido, porque Jesús prefiere al pecador, siempre, para perdonarle, para amar. Jesús te está esperando para abrazarte, para perdonarte. No tengas miedo”.

Él te espera. Anímate, ten valor para entrar por su puerta. Todos están invitados a cruzar esta puerta, a atravesar la puerta de la fe, a entrar en su vida, y a hacerle entrar en nuestra vida, para que Él la transforme, la renueve, le done alegría plena y duradera”, concluyó el Papa Francisco en el Ángelus, domingo 25 de agosto de 2013.

La Palabra de Dios ofrece mensajes profundos, enseñanzas valiosas y una oportunidad para la reflexión espiritual. El Evangelio ocupa un lugar central en la misa y permite que Cristo continúe su obra de salvación.

Cuando rezamos, Dios abre nuestros ojos, renueva y cambia nuestro corazón, cura nuestras heridas”. Aquí los textos del miércoles 30 de octubre de 2024 según lo dispuesto por el Vaticano.

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios

Ef 6, 1-9

Hijos, obedezcan a sus padres por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra. Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos, para educarlos bien, como el Señor quiere.

Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando, ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor, según el bien que haya hecho.

Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse, pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos por una persona o por otra.

La Epístola a los efesios,  es el décimo libro del Nuevo Testamento. Se atribuye su escritura a Pablo de Tarso, en Roma, para sus seguidores de la Iglesia de Éfeso, en Asia Menor.
La Epístola a los efesios, es el décimo libro del Nuevo Testamento. Se atribuye su escritura a Pablo de Tarso, en Roma, para sus seguidores de la Iglesia de Éfeso, en Asia Menor.

Lectura del Evangelio según San Lucas

Lc 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”

Jesús le respondió: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’.

Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera.

Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.

Es Palabra de Dios.

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