Si estás cansado de frotar los tuppers de plástico hasta el agotamiento para eliminar esas molestas manchas, aquí tienes un truco rápido, sencillo y efectivo que puede solucionar este problema en tu rutina de limpieza diaria.
Este tipo de recipientes suelen ser utilizados con frecuencia por esas personas que se alimentan fuera de casa, ya sea el trabajo, el colegio, el gimnasio o la universidad. A la hora de limpiar estos recipientes, algunas manchas son más difíciles de eliminar que otras, como las que dejan comidas con tomate, curry o especias como el azafrán o la cúrcuma.
Es cierto que en internet circulan muchos “hacks” de limpieza, y a veces puede surgir cierta desconfianza ante la facilidad de ejecución de algunos de ellos. Sin embargo, este truco en particular ha demostrado ser uno de los mejores.
El paso a paso para eliminar la grasa
El método de la servilleta es, de hecho, una forma efectiva y sencilla para eliminar la grasa de los tuppers de plástico. Aquí tienes los pasos para llevarlo a cabo:
- Coloca unas gotas de jabón en el tupper, asegurándote de que el jabón esté diseñado para la limpieza de utensilios de cocina.
- Añade una servilleta o un trozo de papel de cocina dentro del tupper, asegurándote de que cubra la mayor superficie posible.
- Vierte un poco de agua sobre la servilleta o papel de cocina, suficiente para cubrir la superficie interna del recipiente.
- Coloca la tapa del tupper firmemente.
- Agita el tupper en movimientos verticales y horizontales, permitiendo que el agua, el jabón y la servilleta o papel de cocina actúen como agentes limpiadores.
Este proceso ayudará a deshacerse de la grasa y las manchas persistentes en el interior del tupper. Una vez que hayas agitado lo suficiente, retira la servilleta o papel de cocina y enjuaga el tupper con agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón.
Para mantener tus tuppers en buen estado, evita usar estropajos abrasivos que puedan dañar el material. Asegúrate de secarlos correctamente después de lavarlos para evitar la acumulación de humedad y malos olores. De vez en cuando, desinféctalos usando vinagre blanco o una pasta de bicarbonato y agua.