El martes pasado fue el cumpleaños de Alfa y Camila quería prepararle un desayuno, pero no pudo. ¿Por qué? Nadie la despertó.
Si bien no es obligación de sus compañeros, los participantes se habían puesto de acuerdo en levantarse temprano para agasajar a Alfa en el día de su cumpleaños.
Nadie tuvo en cuenta a Camila, o no quisieron, y eso desató una fuerte crisis de angustia y llanto. Camila siente que no tiene a nadie cercano adentro y que se está “apagando”.
CAMILA Y SU “RARA” RELACIÓN CON ALFA
Cuando empezó el vínculo de Camila y Walter, todo hacía pensar que la joven buscaba en el hombre más grande de la casa una especie de contención paternal.
Ella perdió a su papá hace un año y eso la dejó muy vulnerable por la relación tan cercana que ellos tenían. Entonces daba justo. “Camila encontró en Alfa algo de su papá y por eso se pegó a él”, era el razonamiento.
Pero con el correr de los días, una manito por acá, un beso por allá y dormir juntos en el jardín empezó a despertar las alarmas del resto de la casa que no ve con buenos ojos esa relación. Sobre todo porque la participante entró a mitad del juego ya sabiendo casi todo sobre los participantes.
Este vínculo con Alfa tiene preocupada principalmente a las chicas. Ellas intentaron advertirle a Alfa sobre el peligro de su relación para el afuera, por cómo se podía ver y la desaprobación del público. Atado a sus principios machistas, Walter está seguro de que afuera él queda como el ganador. “El señor grande que se enganchó a la piba”. Lejísimos.
CAMILA, LA ALIENADA
Sus formas molestan en la casa y pocos quieren tenerla cerca. Ella se da cuenta de esto y también es motivo de crisis. Lloró en el confesionario.
“No me gusta cómo me tratan acá adentro. Me hacen sentir mal todo el tiempo, a la mañana, a la tarde, que hablan mal de mí, que me contestan mal”, soltó la rubia con un llanto desconsolado.
La muerte de su papá es su gran dolor y a partir de eso, no puede elaborar otros dolores. “Yo no sé si estoy lista para eso porque sigo pasando lo de mi papá y acá no me siento libre ni para darle un abrazo a nadie”. “Siento como que me están apagando por completo. La estoy pasando mal y no lo quiero demostrar porque van a decir una cosa u otra” cerró muy angustiada.
Para completar su semana, Camila tuvo un duro enfrentamiento con la Tora. Las chicas se dijeron todo en la habitación y Lucila sigue sosteniendo que lo de Camila es todo un juego.
El personaje “marginado” en la casa se convierte en el favorito para el público. Eso fue lo que puso a Alfa en el lugar que está ahora. Camila lo sabía. ¿Esto es un personaje, juego o algo real?