Lucila “La Tora” Villar es una de la participantes más polémicas de Gran Hermano. Tras su última eliminación, visitó a Ángel De Brito en LAM y habló de la relación con su mamá, pero dio detalles de Camila que encendieron las alarmas.
La Tora habló de su vínculo con Camila y cómo pasó del odio extremo a empatizar con la jugadora por sus problemas dentro de la casa y su preocupación por los constantes ataques de ansiedad de la rubia.
“Dijiste como muy al pasar que Camila tuvo un ataque de pánico, ¿qué es lo que pasa con la Salud Mental ahí adentro y cómo está ella?” preguntó De Brito. La Tora aclaró que fue un ataque de ansiedad y contó cómo lo canalizó la jugadora.
“Lo canalizó fumándose casi toda todos los cigarrillos y limpiando hasta no sé qué hora de la mañana, no durmiendo, o sea realmente estaba muy pasada y obviamente fue a pedir psicólogo”, reveló la Tora.
No es novedad que Camila es eléctrica. Sus reacciones han llamado la atención desde el primer momento y en ocasiones ha preocupado a los demás participantes.
LA SALUD MENTAL DE LOS JUGADORES
Los participantes tienen atención permanente de los psicólogos del reality. Juan Rodríguez Mentasti es el psicólogo (MN 25219) de cabecera del reality y está pendiente de lo que pasa con la salud mental de los jugadores las 24 horas del día.
No hay sesiones programadas, por lo que muchas veces tienen que atender alguna necesidad urgente en horas de la madrugada.
Uno de los casos más recordados, de la atención urgente de uno de los jugadores, fue cuando Thiago Medina sufrió un ataque de angustia después de enterarse de todo lo que pasó con su papá y la detención del hombre por agredir a una de sus hermanas. Una pelota que entró a la casa contenía toda la información.
Pero también, la figura de los psicólogos han estado bajo la lupa de los seguidores de Gran Hermano por influir de más en las decisiones de los participantes. Romina, hace algunas semanas que reveló que cambió su decisión de salvar a una jugadora de la placa de nominados después de hablar con “Gran Primo”.
