Esther Calixte-Bea, una artista canadiense de 27 años, ha desafiado las normas sociales al dejar de depilarse durante los últimos cinco años. Su decisión de no seguir los estándares de belleza convencionales ha generado controversia y ha impactado profundamente su vida amorosa.
La joven artista, cansada de la presión social que exige a las mujeres estar completamente depiladas, optó por abrazar su vello corporal como una expresión de libertad y autenticidad. Sin embargo, esta elección no ha estado exenta de desafíos, especialmente en su vida romántica.
Esther reveló que su decisión de adoptar un estilo de vida “peludo” ha generado dificultades en su vida amorosa. En un incidente particularmente revelador, decidió abandonar una cita después de que su compañero la calificara de “demasiado peluda”. Este comentario insensible y despectivo fue un recordatorio de los prejuicios arraigados en torno a la belleza y la feminidad.
La artísta ya habia sido noticia en 2021 cuando fue la portada de una importante revista de moda. “Aquí estoy en la portada de la edición Self-Love de GLAMOUR UK, que es mi primera portada” resa su posteo en instagram.
Calixte-Bea dijo, que ella sepa, es la primera mujer con vello en el pecho que aparece en la portada de una revista.En una entrevista Let’s Go de CBC aseguro que está orgullosa de brindar representación a las mujeres que adoptan su vello corporal natural.
Su viaje a la autoaceptación
En la entrevista contó cómo fue su viaje en realación a su imagen personal. Calixte-Bea recordó que su viaje con la imagen corporal fue un trayecto complejo y transformador. Durante la secundaria, experimentó timidez e inseguridad debido a su delgadez y la presencia de vello corporal, características que la hacían sentir diferente de otras chicas. La comparación constante con compañeras curvilíneas y la presión social afectaron su autoestima.
La madre de ella, buscando fortalecer su confianza, las instaba a ella y a su hermana a pararse frente al espejo y repetir afirmaciones positivas todos los días. Aunque este ejercicio contribuyó a que se aceptara un poco más, todavía se sentía diferente y lidiaba con el vello corporal, que parecía resistir cualquier intento de depilación.
En la universidad, ella decidió dejar de ocultar su vello en el pecho y enfrentar la realidad. Sin embargo, la sociedad aún le dictaba normas estéticas restrictivas, lo que la llevó a sentirse agotada y afectada mentalmente. Como artista, encontró una salida creativa para expresar sus sentimientos a través de una pintura titulada “Debes sufrir para ser bella”, reflejando. “Me llevó más de diez años, a la edad de 22 años, aceptar finalmente mi cuerpo y amarlo a través de la oración y el trabajo en mí misma”.