En el mundo de las fragancias, a menudo se confunden los términos “perfume” y “eau de toilette”. Aunque ambos productos pueden tener aromas similares, la principal diferencia radica en su concentración de aceites esenciales, lo que afecta tanto su durabilidad como su intensidad.
El perfume, conocido también como “parfum”, es la forma más concentrada de una fragancia. Suele contener entre un 15% y un 30% de aceites esenciales, lo que le otorga una alta intensidad y larga duración. Gracias a esta concentración, basta con aplicar una pequeña cantidad para que el aroma perdure durante más de 6 a 8 horas en la piel.
El perfume es ideal para ocasiones especiales o para aquellos que buscan una fragancia que dure todo el día, sin necesidad de reaplicaciones frecuentes.
Además, debido a su alta concentración, es más apropiado para las estaciones frías como el otoño o el invierno, cuando la fragancia tiende a proyectarse mejor y no resulta abrumadora.
Eau de Toilette: Ligero y refrescante
Por otro lado, el eau de toilette es una versión más ligera de la fragancia, con una concentración de aceites esenciales que varía entre el 5% y el 15%. Esto lo convierte en una opción más sutil y menos persistente en comparación con el perfume. La duración del eau de toilette en la piel suele ser de 3 a 4 horas, lo que implica que puede requerir reaplicaciones a lo largo del día.
El eau de toilette es perfecto para el uso diario y para climas más cálidos, como la primavera o el verano, cuando una fragancia más ligera resulta más agradable. Debido a su naturaleza refrescante, es común aplicarlo en las mañanas o después de una ducha para proporcionar una sensación de frescura.
Cuál elegir de los dos
La elección entre perfume y eau de toilette dependerá de la ocasión, la durabilidad deseada y las preferencias personales. Mientras que el perfume es más adecuado para eventos formales o nocturnos, el eau de toilette se ajusta perfectamente a la rutina diaria y a situaciones más informales.