La fantástica historia de Michelo, el “robot” salteño que baila en la calle y es el argentino con más seguidores en TikTok

Cuando en 2014 lo echaban de las plazas de su ciudad, no bajó los brazos y con su personaje se convirtió en furor en la red social.

La fantástica historia de Michelo, el “robot” salteño que baila en la calle y es el argentino con más seguidores en TikTok
Michelo, el robot salteño

A Diego Omar Suárez siempre le gustó bailar y nunca pensó que eso cambiaría su vida y llegaría a transformarse en Michelo, el robot salteño. “Estaba en segundo año de la carrera de Recursos Humanos, ese día estaba en mi pieza cansado de estudiar, de trabajar, cuando veo un video de un chico bailando como robot y no me lo pude sacar de la cabeza. Inmediatamente me puse a imitarlo”, según relató él mismo.

Lo que vio Diego fue a un chico que hacía popping, un baile callejero surgido en 1970 en California y que consiste en contraer los músculos del cuerpo creando un efecto “robótico”, al ritmo de una canción. Mucho más físico que su versión más conocida, el llamado “baile del robot”. Para el que lo ve, resulta hipnotizante.

El mismo día que obtuvo su título en la carrera de Recursos Humanos, Diego renunció al hipermercado donde trabajaba y cargó un parlante hasta la peatonal de la capital salteña, dispuesto a ver qué pasaba.

“Tenía miedo de quedarme bailando solo, pero se juntó gente e hice una buena gorra, lo que junté era más o menos lo que ganaba en un día de trabajo en el hipermercado. Eso me tranquilizó porque mi mamá me había dicho ‘vos acá me traes plata a la casa’. Ella es maestra, somos cinco hermanos y teníamos que ayudar”, comentó.

Y fue así que comenzó a hacer hasta siete shows por día, de lunes a sábado, para que eso que a él le gustaba hacer, además le permitiera vivir. Cuando terminaba, a veces de madrugada, se quedaba frente a su reflejo en las vidrieras, practicando.

“Un día que había bailado mucho tiempo y hecho una gorra grande, volví a casa y le pedí a mi mamá que contara la plata. Era bastante, en ese momento ella entendió que había chances de vivir de esto, pero claro, no le gustaba que trabajara en la calle”, recuerda.

“Siempre tuve la idea de que si bailo como robot tengo que parecer un robot, entonces apareció la idea de las luces”, remarcó.

No fue fácil. Durante un mes juntó todo lo que ganaba para juntar la cantidad que le habían pedido en Salta por un traje luminoso. Pero lo estafaron, él les dio la plata y desaparecieron.

“Fui con otra persona y le pedí que aunque sea me hiciera el sombrero. Cuando me lo puse la primera vez escuché la reacción de la gente ‘woaaahhh’ y dije, ‘tengo que hacer el traje entero’”, contó Diego.

A través de tutoriales de YouTube aprendió a usar una pistola led y empezó a confeccionar él mismo el traje que había imaginado para su personaje. Algunos meses más tarde, después de pruebas y errores, había nacido: Michelo.

Cuando en 2014 Diego empezaba a pensar en un traje, TikTok ni siquiera existía. La red social del momento, la de mayor crecimiento durante el 2020, es la versión “para el resto del mundo” de la aplicación china Douyin.

El traje de Michelo, de cuero negro con luces led que van cambiando de color, su sombrero de ala, sus lentes de contacto especiales y la luz que sale dentro de su boca, fueron creación de Diego, que tuvo que convertirse en un ingeniero autodidacta.

El éxito de Michelo fue instantáneo. Llenaba las veredas en los shows y la policía tenía que intervenir para que el público no bajara a la calle y complicara el tránsito.

Con lo que ganó en esos primeros meses pudo comprarse una cámara Nikon D-5300, para registrar en video lo que hacía. Abrió entonces un canal de YouTube al que subió más de 200 videos, pero las visualizaciones no pasaban de las 80 o las 90. Otra vez las cosas no salían como esperaba.

Cuando descubrí TikTok, el año pasado, subí algo con el traje, ya sin esperar nada y en un día tuve 20 mil visitas”, comentó. En ese momento decidió hacer “un último intento”, dice, y esta vez funcionó. Michelo y TikTok se cruzaron en el momento justo: “Un día me levanto y me estaban siguiendo 20 mil personas, después fueron 40 mil, 60 mil y empezó a subir como espuma”.

Michelo2.0, el usuario de este robot salteño, tiene hoy casi 8 millones de seguidores. Está entre las 600 cuentas más seguidas de la red social a nivel mundial y el objetivo de Diego ahora es poder estar entre las 100 primeras. Es el argentino con más seguidores en TikTok.

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