Actores, actrices, cineastas, productores y trabajadores del sector audiovisual llamaron a una movilización para expresar su rechazo a la gestión actual del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), a cargo del director Luis Puenzo tras la asunción del presidente Alberto Fernández.
“Esta gestión no va más, están matando al cine argentino”, se lee en el afiche que difunden desde el rubro para dejar en claro sus cuestionamientos al funcionario, conocido por dirigir “La historia oficial”.
La propuesta es movilizarse en la tarde del lunes frente a la sede del Incaa (Lima 319, CABA) y exigir cambios en la política del ente.
Actores como Esteban Lamothe y Verónica Llinás, muy activos en Twitter, compartieron el reclamo del colectivo de los cineastas y se expresaron en contra de la gestión actual del Incaa. Sin embargo, ambos se convirtieron en tendencia porque los usuarios les recordaron que ellos apoyaron a Alberto Fernández.
De esta manera, “Tugo”, que en la “jerga” de la chicana política hace referencia a “tu gobierno”, se hizo trending topic en la red social.
Justamente, Lamothe había dicho en una entrevista con “Intrusos” (América TV) en 2021: “Me dicen cucaracha con K: yo no soy kirchnerista, sí apoyo el gobierno de Alberto, me gusta eso de Alberto de querer cerrar la grieta, aunque eso me parece imposible”.
Y en el caso de Llinás, los tuiteros le trajeron a la memoria un mensaje de 2020: “Qué esperanzador es escuchar a Alberto”.
¿Qué pasa con el Incaa y por qué piden la renuncia de Luis Puenzo?
La industria cinematográfica ha sido una de las más golpeadas desde el inicio de la pandemia, en 2020, debido al cierre de salas, el giro a las plataformas y la paralización de varios proyectos. Pero las críticas en Argentina se mantienen por la concentración de la producción de contenidos en las grandes compañías radicadas en Buenos Aires, las enormes desigualdades de género, el desfinanciamiento de la actividad, las trabas a los estrenos y una inminente quita de fondos.
Así lo detalló el Colectivo de Cineastas, que congrega a los trabajadores de la industria, en una carta enviada al ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer.
Además de los puntos antes señalados, los cineastas denunciaron que los fondos del Incaa son asignados a aquellos que no necesitan su apoyo, mientras se “impone una serie de topes de reconocimientos de costos por parte del Incaa que obliga a grandes aportes de capital privado. Es decir que, a fin de cuentas, el Estado se desentiende de fomentar la cultura que no sea avalada por las empresas y las corporaciones”.
“De manera inmediata, le solicitamos que pida la renuncia al Señor Luis Puenzo y establezca un diálogo con todo el sector para definir un nuevo rumbo del Incaa”, concluyeron desde el colectivo.
En una entrevista con Página/12, Vanessa Ragone, productora y presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, explicó que, “de no sancionarse una nueva ley que extienda el plazo de los fondos (está vigente la Ley 27.432 con fecha límite 31/12/2022), dejarán de estar destinados de manera específica al fomento cinematográfico y pasarán a formar parte de rentas generales de la Nación, con lo cual el Incaa dejará de ser autárquico en su financiamiento y dependerá del presupuesto nacional”.
“Esta situación volverá muy impredecible estimar el fomento a las películas e incluso será complejo mantener la estructura actual del INCAA, de la Enerc, del Festival de Mar del Plata, de festivales nacionales, de Cine.ar y de cualquier actividad que el Incaa se proponga ya que su presupuesto estará sujeto a las necesidades generales de las rentas nacionales, auditadas además por el FMI”, advirtió la empresaria.
“La gestión del Incaa es cuestionada desde hace tiempo, especialmente por su hermetismo y por su alejamiento de sus administrados”, indicó.
“Puedo decir que la mayoría de las películas independientes actuales que se producen en gran medida con apoyo del Incaa son cada vez más pequeñas, con menos semanas de rodaje, con muchísima zozobra para los productores. Es notable que cada vez haya menos películas argentinas seleccionadas en los festivales internacionales más prestigiosos y eso es un dato más a tener en cuenta para entender qué está pasando con nuestra producción nacional”, precisó Ragone.