Diego Brancatelli es conocido por querer polemizar con todo el mundo, pero también por quedar en ridículo en las redes sociales. O bien porque no resiste un archivo o porque la gente ya lo toma para la chacota, después de aquel “Brancatelli pelotudo” que se volvió viral.
Ahora, el periodista y panelista de corte kirchnerista se metió con los churros y desde la churrería “El Topo” no se la dejaron pasar. Al parecer, Brancatelli, desde la pantalla de C5N, denunció que el precio de un solo churro era de 900 pesos, en la costa.
Desde la cuenta en X de esta famosa churrería, le respondieron a Brancatalli con datos propios y serios, lejos del humor que caracteriza a la cuenta.
“Hola @diegobranca! No sé por dónde estuviste averiguando. Nosotros estamos en $ 350 cada uno y $ 4200 la docena a nivel nacional (MDQ, CABA, Bariloche, etc). Y demás churrerías andan por ahí también. En playa, $ 500 c/u $ 5000 la docena” escribieron en la red social de Elon Musk.
Las respuestas no se hicieron esperar y varios se mofaron de la “domada” de la churrería al periodista. “Ay @diegobranca 1.- Votaste y militaste al peor partido político de la historia. 2.- Fundiste tu único emprendimiento privado. 3.- No sabes laburar de otra cosa que no sea munipa. 4.- Te doma una churrería. Tu decadencia es total!”, escribió un usuario de X.
Otros hicieron memes sobre la vinculación de la palabra churro con el cigarrillo de marihuana. Lo cierto es que la mayoría de los comentarios se burlaban de Brancatelli. “Esos deben ser los precios de los churros que se venden en las playas de South Beach o Key Biscayne, los lugares que le gustan a los “anti-imperialistas” de cartón. Además, Brancatelli veraneando en la costa Argentina? Es mas fácil que Messi venga a jugar a Racing”, escribió un usuario de la red social X, haciendo alusión a los continuos viajes del periodista a Miami.
Claro que hubo algunos comentarios contra la churrería y sus precios, cuando se trata de agua y harina. Los seguidores de la marca alentaron a los críticos a poner una churrería y competirle a “El Topo”. Una especie de “armen un partido y ganen las elecciones”, pero con churros.