En una historia que parece sacada de un cuento de hadas, Owen y Dolly Pope lograron vivir durante 15 años en Disneyland, uno de los parques temáticos más famosos del mundo, sin que ningún visitante se percatara de su presencia. Esta increíble hazaña tuvo lugar entre 1955 y 1971, mientras la pareja desempeñaba roles clave como cuidadores y entrenadores de caballos en el parque.
Owen y Dolly trabajaban en la sección de Frontierland, una zona dedicada al Salvaje Oeste que, en aquella época, estaba restringida para la mayoría de los visitantes. Al principio, residían en una casa rodante cercana a los animales, pero más tarde lograron instalarse en la “Casa de los Popes”, una elegante vivienda de 120 metros cuadrados ubicada detrás del rancho, aunque no se encontraba abierta al público.
Su trabajo como especialistas en caballos les otorgó un papel crucial en Disneyland, siendo responsables de la principal atracción ecuestre del parque, la Pony Farm. Cuando Walt Disney los contrató como asesores de las atracciones ecuestres en la apertura del parque, no solo obtuvieron un lugar privilegiado para vivir, sino también la oportunidad de contribuir significativamente al éxito y la magia del lugar.
“Aparte del personal militar alojado allí durante la Segunda Guerra Mundial, los Popes son las únicas personas que alguna vez vivieron en el estudio”, decía la publicación que compartió Disney.
Los Papas se mudaron a su nuevo hogar tres días antes de que Disneyland abriera oficialmente el 17 de julio de 1955
Después de 15 años de vida discreta pero emocionante en Disneyland, la pareja se trasladó a Florida en 1971 para trabajar en el nuevo parque de Disney, donde se encargaron del Tri Circle D Ranch. Finalmente, se jubilaron cuatro años más tarde, pero su legado perdura en Disneyland, donde la “Casa de los Popes” permanece como un testimonio de su increíble historia.
Aunque su vida pasó desapercibida para la mayoría de los visitantes, Disneyland honra la memoria de Owen y Dolly Pope con una placa conmemorativa en la casa que habitaron, agradeciendo así el importante papel que desempeñaron en la historia y el funcionamiento del parque.