Sandra Mara Fernandes es una mujer brasileña que se volvió tendencia en todo el mundo luego de que se viralizara una situación de escándalo que la involucró y luego un episodio de violencia que propició su pareja.
Fernandes fue protagonista de una escena de sexo en el interior de un vehículo con un indigente llamado Givaldo Alves. El hecho tuvo lugar el 9 de marzo pasado y fue captado por unas cámaras de seguridad, pero la situación no se limitó a la relación entre ambos sino que siguió minutos después cuando Eduardo Alves –esposo de la mujer y personal trainer- vio la situación y entendió que Sandra era víctima de una violación.
Debido a esa confusión inicial, el entrenador le dio una brutal paliza al vagabundo que lo mandó al hospital. Sin embargo, luego saldría la verdad y el escándalo ganaría espacio en portales, medios y redes sociales.
El marido de Sandra aseguró ante la justicia (y luego en los medios) que su esposa sufrió un brote psicótico y que Givaldo Alves la había violado, aprovechándose de la vulnerabilidad de la mujer. Pero el otro sujeto afirmó que fue la mujer quien lo convenció de subirse al coche. El público atacaba a la mujer por su infidelidad y al entrenador por su violento ataque.
Tras el episodio, Sandra fue internada en una clínica psiquiátrica durante un mes, su esposo se mudó de ciudad y el indigente se transformó en celebridad brindando un sinnúmero de entrevistas y recibiendo hasta ofrecimientos políticos.
Sandra rompió el silencio
Luego de permanecer un mes en un instituto psiquiátrico, Sandra se reencontró con su esposo y desde entonces intenta rearmar su vida. Una de las estrategias fue compartir en sus redes sociales su versión de lo que aconteció la noche en la que tuvo el encuentro sexual con el desconocido. Para lograrlo comenzó por difundir en sus redes su versión de lo vivido y afirmó que “Pasé días muy difíciles”.
Según el testimonio de la implicada, fue víctima de un brote psicótico y aseguró haber sido utilizada “como objeto de placer”. “Sufrí delirios y alucinaciones que confundían mi mente y me ponían en un contexto asqueroso y sórdido”, dijo en su posteo en su cuenta de Instagram.
Según lo detalló Clarín, Sandra manifestó que no optó por pasar por esa situación y cuestionó el maltrato sufrido en los medios y las redes: “Yo fui víctima de burlas y humillación en la televisión nacional. Fui etiquetada como una cualquiera, una mujer promiscua, una mujer con fetiches, una traidora”.
“Fui atacada por otras mujeres que entendieron que yo merecía lo peor. ¡Siempre supe que vivimos en una sociedad desigual, pero no elegí tener un brote, no elegí ser avergonzada, no elegí tener mi vida expuesta y destruida”.
El texto completo
“Hola, mi nombre es SANDRA MARA FERNANDES, soy la mamá de Anna Laura y la esposa de Eduardo Alves. Vengo a través de este post a agradecer a las personas que se levantaron para defenderme cuando yo no pude.
Pasé días muy difíciles, nunca me imaginé en esa situación. Me siento profundamente desgarrada por lo que pasó. Hoy soy consciente de todo lo que se dijo mientras estuve hospitalizada y atendida por médicos, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y otros profesionales.
Fui VÍCTIMA de burla, humillación en la televisión nacional. Fui etiquetada como una cualquiera, una mujer promiscua, una mujer con fetiches, una traidora. Fui atacada por otras mujeres que entendieron que yo merecía lo peor. ¡Siempre supe que vivimos en una sociedad desigual, pero NO elegí tener un BROTE, NO elegí ser AVERGONZADA, NO elegí tener mi vida EXPUESTA y DEVASTADA!
Entonces, en la condición en que me encontraba, sé que tenía legítimo derecho a ser defendida. Agradezco a mi esposo por todo lo que ha hecho por mí. Me defendió durante y después de lo sucedido, porque sabe que en condiciones normales nunca me hubiera permitido pasar por eso. También agradezco a mi padre, mi madrastra, mis hermanos y amigos, que me acogieron y ayudaron a Eduardo y Anna Laura. Estoy profundamente agradecida con los profesionales que me ayudaron a entender lo que estaba pasando cuando ya no tenía control sobre mi propia vida.