Para una dieta saludable y sabrosa, las albóndigas de garbanzos y zanahoria son una opción ideal, pues resultan ricas, fáciles de hacer y se pueden llevar a cualquier parte para comer.
Como reemplazo de la carne, los garbanzos son una buena elección. Se trata de una de las legumbres más completas en cuanto a nutrientes. Sobre todo, aportan un importante porcentaje de proteínas de alto valor biológico.
Esta receta admite los ingredientes que más gustan en casa como jamón picado, queso rallado y otras verduras, además de la zanahoria. En este caso, no contiene ningún componente de origen animal, para los que desean seguir una alimentación vegetariana.
Estas albóndigas de garbanzos y zanahorias pueden hornearse o freírse y añadirse a guisos, sopas, estofados o solas acompañadas de una buena ensalada verde o salsa de tomate casera. Quedan riquísimas, crujientes y tentadoras.
Los ingredientes que se usan para esta elaboración son: tres zanahorias, 500 gr de garbanzos,100 gr de nueces, media cebolla, 2 ramitas de cilantro, 1 cda de polvo para hornear, media cucharada de comino, sal, miel (opcional) y sésamo blanco.
Paso a paso de esta reversión de albondigas
- Si no usamos garbanzos de lata, debemos poner a remojar los garbanzos secos 24 horas antes y luego hervirlos hasta que esten bien cocidos. Luego vamos a molerlos.
- En un bowl colocar los garbanzos molidos o picados, la zanahoria rallada fina, la cebolla picada bien chiquita, el cilantro deshojado, el comino, la pimienta, el polvo para hornear, un chorrito de aceite de oliva. Luego integraremos bien todos los ingredientes.
- Hacer bolitas con las manos y colocar en una bandeja de horno con papel manteca, rosear con miel y sesamo blanco.
- Llevar al horno a 180º durante 20 minutos.
- Se pueden acompañar con una salsa de queso mascarpone, sal y merkén ahumado.