Este martes en Gran Hermano se vivió en vivo el desafío del líder. Las dos finalistas eran la Tora y Romina. La ex diputada se quedó con la prueba en una semana clave.
Ya cada vez falta menos y la inmunidad es tan preciada como el aire que se respira. Ahora son todos contra todos y a la hora de votar se achican las posibilidades. Quienes quedan, salvo Camila, se llevan extremadamente bien así que van a tener que optar por la opción que les duele un poco menos.
En ese sentido, Romina se asegura una semana más en el certamen y la posibilidad de salvar a una de las suyas de la placa. ¿Se guiará por el corazón o hará como Julieta y seguirá una estrategia?
Lo cierto es que la Tora no se tomó muy bien haber perdido la prueba y lo dijo al aire. Romina se quedó quietísima cuando alcanzó una altura considerable mientras la Tora veía derrumbarse toda su ilusión. Eso enojó a la rubia que no pudo disimular ante Santiago Del Moro.
LA NO JUGADA DE LA TORA QUE LA CONVERTÍA EN HEROÍNA
Como una leona enjaulada, la Tora se paseó por el living hasta el confesionario. Como la gala era en vivo, los panelistas, Alfa y los otros ex participantes especulaban con la posibilidad de que la jugadora hiciera la espontánea o aún mejor, la fulminante.
¿A quién podría fulminar la Tora? A Camila, obvio. La tiene servida. Aunque podría mandar a placa a uno de “los fuertes” y asegurarse que no pueda ser salvado.
Pero todas las especulaciones quedaron en nada cuando la Tora finalmente entró al confesionario y se quejó porque no había llegado nada de lo que ella pidió para Nacho por el día de los enamorados.
La decepción de Santiago Del Moro fue tal que no pudo esconderla frente a cámara. Los panelistas coincidían que era el momento de la Tora de hacer una jugada consagratoria, pero la jugadora estaba más preocupada por su regalo para Nacho.