Con la mitad del presupuesto, Julieta y Daniela estuvieron a cargo de la compra semanal. Semana a semana, una dupla entraba al supermercado de la casa, pero las chicas nunca habían tenido ese privilegio.
El día más temido por los integrantes de la casa llegó y fue el turno de la dupla de Daniela y Julieta para encargarse de la provisiones de la casa.
Las chicas se levantaron temprano, se maquillaron y eligieron un outfit que combinaba la una con la otra. Después de levantar a toda la casa, las chicas repasaron mil veces más la lista del supermercado que Romina y Alfa le habían encargado.
Un instante antes de entrar a comprar, las participantes fueron a buscar guantes para agarrar el pollo y la carne. Esto molestó a Alfa, que puso el grito en el cielo cuando las vio.
Una vez adentro del súper, las chicas entraron en caos. Gritos, corridas y desesperación. Las participantes no encontraban algunos productos y casi por un instante, Julieta estuvo por traer toda carne de nalga.
A la hora de pasar los productos, Julieta se hizo cargo de la caja y parecía estar disfrutando ese momento, casi como juego. Las chicas lograron pasar la mayor cantidad de productos y estuvieron muy cerca de pasarse del presupuesto, pero lograron concentrarse en lo necesario e hicieron una buena compra.
ROMINA, COMO UNA MADRE EN LA PUERTA DEL SÚPER
Romina no podía con la ansiedad y se quedó esperando en la puerta del SUM. “Diganme la verdad a mí” soltó la participante mientras las chicas estaban congeladas ante su presencia.
A la hora de las preguntas, Juli y Daniela mintieron un poco para poner nervioso a Alfa, pero finalmente consiguieron cerrarle la boca tras hacer una buena compra.
Alfa quedó sin palabras y no pudo quejarse, como ya es su costumbre.