Cuando a Horacio le hicieron la pregunta: “¿Contra qué selección del mundo marcó un penal Diego Maradona en el Mundial de Italia ‘90? A: Camerún, B: Italia, C: Rumania D: Yugoslavia”,en Los 8 escalones del millón, no pudo creer que se haría acreedor del millón de pesos.
Cuando le entregaron el cheque y sonó la música que lo consagraba, se emocionó y al repasar qué haría con el premio, sorprendió a su familia, ya que el motivo no se lo había contado ni a los más íntimos. “Y lo que pasa es que yo el auto lo quería arreglar, aparte del techo de mi casa, porque mis viejos viven en Necochea y ya están grandes, entonces me costaba mucho poder ir a visitarlos”, contó casi entre lágrimas el carpintero que también hace las veces de musicalizador en una emisora de Necochea, según Teleshow.
Así, Horacio describió: “Con esto puedo arreglar el auto e ir a verlos, a mi mamá Isabella y a mi papá Ramón, que seguro me están viendo allá en Necochea, y no saben que estoy acá, tampoco”. “Ah, ¿No saben?”, quiso saber Guido Kaczka y agregó: “¡Uh! ¡La alegría que van a tener!”.
Entonces, el carpintero dijo que podría imaginar cómo estarían sus papás: “Me emociono por eso, porque si Dios quiere se puede arreglar el auto y los puedo ir a visitar allá a mis padres”. Ante la pregunta de fuego, tal vez hasta más crucial que las del jurado, respecto a si quería regresar, dijo muy seguro que sí: “Volvemos, volvemos”.
Este lunes por la noche, Horacio estuvo nuevamente en la competencia y aunque quedó en los escalones del medio, realizó en su paso una muy buena performance.
La emoción de los participantes cuando ganan el premio en Los 8 escalones del millón
En el estudio de Los 8 escalones del millón siempre se mueve mucha energía y participantes, jurados y hasta el conductor se emocionan y lagrimean al compartir historias.
Hace un mes, Guido acompañó y se identificó por ejemplo con una mujer que recordó a su papá. “No lo puedo creer. Gracias a todos”, dijo feliz Anabella al ganar el millón en la emisión del 6 de julio y se emocionó: “Hoy sería el cumpleaños de mi papá, que falleció, es una señal”. Luego rompió en llanto y no pudo seguir hablando. Sin dudarlo, el anfitrión del ciclo de El Trece fue hacia ella. “Ay Anabella Anabella”, dijo Kaczka, se acercó y poniendo el micrófono a un lado la abrazó. El papá de él, que murió hace casi veinte años hubiera cumplido años también por esos días, el 1 de julio exactamente.