En el mundo de los gatos, siempre ha existido la pregunta de si estos felinos realmente eligen a sus dueños o si es solo una percepción de quienes los cuidan.
A diferencia de los perros, los gatos son conocidos por su independencia y su naturaleza reservada, lo que lleva a muchos a creer que ellos son quienes deciden a qué persona le brindarán su confianza y afecto.
Según especialistas en comportamiento animal, los gatos tienden a desarrollar un vínculo con los humanos que les proporcionan seguridad, alimento y un entorno tranquilo.
Las muestras de afecto de los gatos
Aunque no lo expresen de forma tan evidente como otros animales, los felinos muestran afecto y apego de maneras sutiles.
El ronroneo, frotarse contra las piernas de una persona, o simplemente sentarse cerca de alguien son señales claras de que el gato ha establecido un lazo emocional.
Lo interesante es que, aunque los gatos pueden parecer distantes, suelen ser muy selectivos a la hora de interactuar con los humanos.
No es raro que prefieran la compañía de una persona en particular dentro de un hogar, lo que lleva a la creencia de que son ellos quienes eligen a sus dueños. Este comportamiento puede estar relacionado con la forma en que esa persona los trata, su energía o incluso su tono de voz.
Además, los gatos son animales muy sensibles a los estímulos del entorno y a las emociones humanas. Se ha demostrado que pueden detectar cambios en el estado de ánimo de sus dueños y, en algunos casos, responder con mayor cercanía cuando perciben tristeza o estrés.
Esta capacidad de “leer” a las personas refuerza la idea de que los gatos eligen con quién se sienten más cómodos y seguros.