Luego de más de 10 años de espera, la NASA recibió una señal de vuelta desde la Luna donde hay en total seis reflectores que se instalaron entre 1969 y 1973 (cuatro de Estados Unidos y dos de Rusia). Sin embargo, su señal se fue debilitando con el paso del tiempo hasta perderse para finales de 2010.
Durante estos 10 años, la NASA continuó enviando rayos hacia los reflectores. Sin embargo, nunca había obtenido respuestas hasta ahora, según Perfil.
Esta respuesta posibilitó descubrir que la Luna se aleja de la Tierra en promedio 3,8 centímetros por año. Esto se debe a las interacciones gravitacionales de ambos.
“La precisión de esta única medida tiene el potencial de refinar nuestra comprensión de la gravedad y la evolución del sistema solar”, aseguró Xiaoli Sun, quien ayudó a diseñar el reflector para el LRO.
Desde el año 1969 hasta 1972, el programa Apolo de la NASA estuvo inactivo. En aquellas misiones, no solo se analizó su superficie y se tomaron muestras para poder estudiarlas en la Tierra, sino que también se instalaron una serie de elementos para realizar mediciones desde nuestro planeta, entre los que destacan varios sismómetros y tres reflectores láser, que fueron completados por otros dos instalados posteriormente en las expediciones soviéticas.
Durante 50 años, se han estado llevando a cabo este tipo de pruebas, pero ha surgido un problema: con el tiempo, la cantidad de luz devuelta se ha atenuado hasta un 10% y no se sabe por qué. Fue en el año 2009 cuando el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA llegó a la órbita de la Luna. Y uno de los elementos con los que contaba era con un reflector, aproximadamente del tamaño de un libro de bolsillo, al que poder volver a mandar señales láser.