Un grupo de pescadores de cangrejos surcaba las costas de la provincia Terranova y Labrador, al este de Canadá, realizando sus labores cotidianas. Su rutina transcurría con total normalidad, cuando distinguieron una extraña figura que se hallaba posada en lo alto de un iceberg.
Cuando los pescadores se acercaron para ver de qué se trataba (en un principio creyeron que se trataba de una foca) descubrieron que se trataba de una especie de zorro ártico. El animal estaba famélico y con índices de hipotermia.
El pequeño zorro permanecía acurrucado y aterrado a causa de las gaviotas que revoloteaban alrededor de él, amenazantes.
“Probablemente quedó ahí atrapado cuando buscaba comida. Cliff habría visto un trozo de carne en el hielo, que se partió y se deslizó mar adentro”, explicó uno de los pescadores, Harrigan.
Como primera medida, los pescadores se dispusieron a salvar la vida del animal. La particular hazaña llevada cabo en las gélidas aguas del océano Atlántico ocurrió hace un año, sin embargo, volvió a viralizarse.
Los marinos acomodaron su embarcación junto al iceberg y lograron que el pequeño mamífero de la familia de los cánidos subiera a bordo. “Al principio fue muy difícil subirlo porque intentaba huir de nosotros. Tuvimos que romper el hielo y atraparlo con el salabre”, explicaron, en referencia a la utilización de una red de pesca sostenida por un armazón y un largo mango, a modo de pala.
Ya en el barco “The Northern Swan” se notaba claramente el débil estado del zorro, que permaneció acurrucado en un rincón y durmió durante casi todo el viaje. Unas seis horas después de haber rechazado las galletas y papas fritas que le ofrecieron se alimentó con salchichas.
De regreso en tierra firme, el zorro fue liberado en su hábitat natural. Actualmente, los tres pescadores de cangrejos suelen verlo merodeando la zona de antiguos refugios de perros de la Bahía de William.
“Estábamos cerca del hielo preparando el cebo, cuando vimos un zorro ártico perdido, a más de 4 millas de tierra firme ¡esperamos que se recupere y salvarlo!”, fue el primer mensaje que publicó Alan Russell en su cuenta de Facebook, en 2021 cuando ocurrió el hallazgo.
En ese momento, la noticia del inesperado hallazgo tuvo una amplia e inmediata repercusión en las redes sociales.
Rod Fujii, usuario de Facebook, escribió: “Gracias al cielo por estas personas amables, sobre todos en estos tiempos en que la vida, ya sea humana o animal, parece importar cada vez menos”.
El zorro ártico es un animal increíblemente duro, capaz de sobrevivir a las gélidas temperaturas del Ártico, que pueden alcanzar los -50ºC en las tierras desarboladas en las que habita. Las plantas de sus pies son peludas, sus orejas cortas y su hocico chato. Todas estas características son adaptaciones importantes para vivir en un clima tan frío.
Los zorros árticos habitan madrigueras, y evitan el azote de las fuertes nevadas refugiándose en los túneles que cavan en la nieve. Es por ello, que corren el riesgo de perderse en un clima tan hostil cuando se alejan de su refugio en busca de alimento.