Naomi Campbell es la modelo británica que marcó un antes y un después en el mundo de la moda; ella se ganó las mejores portadas, desfiles y campañas, las marcas de lujo la querían a ella. A sus 50 años sigue más activa que nunca en la industria y ahora acaba de protagonizar un sesión de fotos que quedará grabada para siempre.
Y es que además de revelar que es dueña de un cuerpazo y de que ama la cámara, Naomi posó por primera vez con su beba en brazos. Campbell y su hija son las protagonistas de la portada de la edición inglesa de la revista Vogue, sesión que estuvo a cargo del prestigioso fotógrafo Steven Meisel.
La modelo posó con un catsuit negro de mangas largas bien pegado al cuerpo, el mismo tenía aberturas circulares en la zona de las lolas, el vientre y los muslos. Con esta producción se sumó a la última tendencia de las prendas y escogió unas sandalias negras con taco de aguja y un peinado batido estilo afro para completar su look.
Naomi Campbell posó con su hija en brazos para Vogue
Si hubo algo llamativo en la revista que saldrá en unos meses es que Campbell comentó que la niña hermosa “No es adoptada, ella es mi hija biológica”. Ambas se lucieron y la feliz mamá escogió un glamoroso atuendo total black de crop top y maxifalda.
La artista reconocida a nivel mundial dio pocos detalles sobre la pequeña ni siquiera hizo público su nombre ni cuándo había nacido. “Siempre supe que algún día tendría un hijo”, se puede leer en las instantáneas compartidas en las redes sociales. Entre risas, no descartó tener más hijos.
“Mi hija es lo primero”, son algunas de las pocas palabras que adelantó Vogue en su perfil de Instagram, de las que se deduce que la niña nació a través de un vientre subrogado. “Todo lo que hago, lo hago por ella. Así es. Es completamente altruista, ¿no?”, reflexionó.
La top model contó que el anuncio del nacimiento fue una sorpresa para todos ya que era algo que únicamente sabía su círculo más íntimo: “Puedo contar con los dedos de una mano a la gente que sabía que iba a tenerla”. “Es la mayor bendición que podría haber imaginado. Es lo mejor que he hecho jamás”, confió.
Tuvo otros cambios de vestuario, también en negro, como un vestido cortísimo ajustado que tenía corpiño cruzado y aberturas a la altura del pecho, además de guantes de cuero.
También se puso cómoda y divirtió ante las cámaras con un pantalón chupín y saco engomado más un cinturón que hacía juego con los zapatos cerrados de taco aguja y capellada asimétrica.
Y los brillos estuvieron presente con un minivestido gris híper ajustado con mangas oversized, volátiles y XXL.