En 2014, Natalia Oreiro y Ricardo Mollo pusieron en venta la mansión en la que vivían y que alguna vez perteneció a la famila Alvear. La propiedad, fue construida en 1887 y según los datos aportados por la inmobiliaria que estaba a cargo de la venta tenía, en ese momento, un valor de u$s 1.800.000.
La mansión tiene 656 metros cuadrados, 5 baños, dos dormitorios centrales, 2 cocheras, una sala de ensayo y un jardín perimetral con piscina climatizada. Además techos en alto, molduras históricas, chimeneas, pisos y baños de mármol, jardín de invierno, vitreaux, vestidores en duplex, bañeras de hierro históricas renovadas en su estilo original y balcones.
Según pudo saberse, el nuevo propietario, para quedarse con la casa de Natalia hizo una estratégica jugada ya que hacía tiempo soñaba con vivir en ella. Como Oreiro y Mollo ya se encontraban negociando con otro comprador este se enteró que el otro interesado ofrecía US$50.000 menos de lo que pedían. Ahí fue cuando el actual propietario aprovechó la oportunidad y en 48 horas la compró al precio que se pedía.
La casa se encuentra en pleno barrio de Palermo Soho, a pocas cuadras de Plaza Serrano, un importante polo turístico. La pareja, por aquel entonces buscaba un lugar más tranquilo para criar a su hijo Merlín Atahualpa, que tenía tan solo dos años.
La casa, si pasas hoy está casi toda tapada por los frondosos árboles y plantas que decorar el frente y disuaden a los curiosos de mirar para adentro, Las paredes son lienzo para los artistas de la zona que dejan su arte grabado en grafittis.