Oriana Junco se cansó de la situación del país y anunció a través de sus redes que se va a vivir al exterior, donde tiene posibilidades de trabajo. En un día difícil para la Argentina, tras la renuncia del ministro de economía, la artista decidió hacer las valijas para ir en busca de nuevos rumbos.
La actriz hizo uso de su Instagram para compartir la difícil decisión de abandonar todo para rehacer su vida en Europa, donde asegura que tiene muchas ofertas laborales.
“Hoy estoy muy triste y dolida, estoy harta de ser diler afectiva de dinero de darlo todo y a cambio recibir golpes tras golpes. ME VOY DEL PAIS, esto no da para más”, comenzó el extenso comunicado de Oggi Junco.
“Cansada que me roben mis asistentes, mis amigos. Este país ME QUEDA CHICO tengo muchos ofrecimientos en Europa”, continuó. Y luego confesó: “No tengo más ganas de bancar decadencia asique pronto emprenderé mi partida (...) Acá ya lo di todo”.
Aunque admitió que no le será fácil dejar el país y que extrañará a su madre, amigos y familia. “Melancólica, me cuesta mucho abandonar todo mis amigos, mi madre la pocha (abuela de 98 años) pero siento que este país me queda chico en todo, que no me entienden. Todo es un disparate, desde los dirigentes que roban sin parar, hasta los productores de tv y radio”, dijo.
Luego, apuntó contra Beto Casella y aseguró que le robó un personaje que le pertenece, por lo que tomará cartas en el asunto con la ayuda de el abogado Alejando Cipolla.
“@elbetocasella hace 10 años que tiene un segmento que se llama la hora gay usando mi personaje con un actor que se llama Pato Benegas. Jamás me llamó a mí, usan actores jaaa ustedes lo entienden? el dr. @alejandro_cipolla se encargará de este caso SE HARÁ JUSTICIA”, cerró.
Los comienzos de Oriana Junco en el espectáculo
A fines de marzo, la mediática fue al programa de Moria Casán y contó que cuando era chica se ponía la ropa de su mamá cuando ella se iba. “Ella vendía ropa en los teatros, entonces yo me ponía todo porque era brilloso, con lentejuelas...”, relató.
“Arranqué trabajando en Experiment, en búnker de relaciones públicas, tenía 17 años. Ahí conozco a Antonio Gasalla, a Marta Minujín y empiezo mi carrera, pero no quería que se mezcle con lo gay porque yo tenía miedo. Y me puse un disfraz durante 20 años, pero no es lo que yo quería”.
“Yo siempre había querido ser mujer, cuando la veo bajar del avión a Bibi Ándersen, me dice: ´Tú eres una buena mujer, tú vas a ser una hembra´. Y yo me quedé mirándola, no lo podía creer. ´Qué atrevida, qué irrespetuosa´, pensé”, había rememorado.