Muchos crecieron viendo y disfrutando de las aventuras de Winnie The Pooh y sus amigos en el bosque, junto a Christopher Robin, el joven que los visitaba. Pero existen varios datos de la caricatura creada por el escritor Alan A. Milne que convierten a este dibujo animado en algo bastante perturbador. Tal ha sido el impacto a través de los años que muchos profesionales de la salud han tenido que salir a aclarar sobre la confiabilidad de guiarse por la preferencia en personajes para determinar ciertos trastornos mentales.
Aunque ya se ha confirmado que cada uno de los personajes que acompañan a la osa (porque sí, Winnie es una hembra) son representaciones de ciertos desordenes, como ansiedad, TOC e incluso esquizofrenia. Pero el boom de este test que determinaba, en teoría, un trastorno dormido tuvo su boom en mayo de 2018, cuando recorrió Facebook y Twitter. Muchos usuarios incluso hicieron públicos sus resultados y el tema se dio para motivos de risa, a pesar de ser un problema social que debe tratarse con integridad.
Dependiendo de la afinidad que salga como resultado, es el desorden. Los mismos personajes caracterizan cada uno: Pooh corresponde a Trastorno por Déficit de Atención (TDA), Piglet a ansiedad, Tigger tiene Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Conejo corresponde a Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), el canguro Roo corresponde a autismo, el burro Igor es depresión y Christopher Robin se asocia a esquizofrenia.
La opinión de los psicólogos
Una de los 33 enunciados, por ejemplo, decía: “En mi mente, estoy seguro de que hablan de mí a mis espaldas, criticando cada pequeña cosa que dije o hice”. Frente a la desinformación de internet, profesionales decidieron pronunciarse.
“No se puede basar el diagnóstico de trastornos psicológicos tan delicados usando como marco teórico una caricatura de 1926”, explicó José Alfredo Contreras Valdez, doctor en Psicología y experto en elaboración de instrumentos psicométricos de la UNAM. “Se trata de un sesgo de los personajes, ya que otra persona podría decir que Pooh tiene Trastorno por atracones y obesidad, no se puede reducir a un solo rasgo”, explicó al ser consultado por los medios.
“Este análisis no es un artículo científico y existe un riesgo de que se vea como un modelo teórico válido”, trataba de explicar sobre el riesgo de la validación por redes. “Los test de personalidad tienen que estar valorados por un consenso de científicos, no por las redes sociales”, determinó. “Se deben de tomar como algo divertido, pero definitivamente no como un diagnóstico real”, dijo cerrando, explicando que pueden ser tomados como entretenimiento.