Pedía dinero en la calle, lo vio un peluquero y le regaló un cambio de look que transformó su vida

El hombre, de 33 años, había vivido una dura vida hasta que una renovación en su apariencia le sirvió para darle un giro a su historia.

Pedía dinero en la calle, lo vio un peluquero y le regaló un cambio de look que transformó su vida
Un indigente pedía limosnas en la calle, lo encontró un peluquero, le cambió el look y también su vida.

No es la película de Miss simpatía, ni Diario de una princesa. Es el cambio de look real de Bruno Henrique Cassimiro Ramos que transformó su sufrida vida por un futuro mejor.

Él estaba parado al lado del semáforo en una esquina de São Paulo, Brasil, y uno de los autos que pasaba por ahí se detuvo, bajó el vidrio y le dio un papel. “Esta es mi tarjeta, cuando quieras búscame” le dijo Leandro Matías, y siguió camino.

Un indigente pedía limosnas en la calle, lo encontró un peluquero, le cambió el look y también su vida.
Un indigente pedía limosnas en la calle, lo encontró un peluquero, le cambió el look y también su vida.

Leandro quería regalarle un cambio completo de imagen, estaba seguro que ese sería el inicio de una nueva vida, “pasé cerca de un banco en la ciudad y vi a un joven en el semáforo. Entonces pensé en cómo podría ayudarlo. Llamé al hombre y le di mi tarjeta de salón, le dije que me buscara, le prometí que le cambiaría el look”, contó el estilista a G1 al recordar aquel encuentro.

El hombre tenía 33 años y llevaba dos durmiendo en la calle. Al ver la tarjeta del peluquero no tuvo interés y desestimó aquella propuesta. Pero el estilista no quiso dejar pasar la oportunidad de ayudarlo e insistió.

Una semana después, Leandro volvió nuevamente al lugar y lo vio pidiendo ayuda en el semáforo. Entonces, esta vez, decidió ir a buscarlo al lugar donde dormía, una casa abandonada.

“Fui y lo llevé al salón. Le di una toalla y jabón y le dije: ‘Tomate el baño de tu vida’. Luego le dimos algo de ropa y el almuerzo”, contó Leandro. Ahora sí, ya era momento de peluquería: “le teñí el pelo, le corté, le exfolié la cara y también le hice las cejas. Cuando terminé estaba en shock, no podía creer que fuera él”.

La increíble transformación de Bruno.
La increíble transformación de Bruno.

Luego del cambio de look, los empleados de la peluquería le sacaron fotos del antes y el después de Bruno y las publicaron en las redes sociales. Rápidamente se viralizó y repercutió a su favor. Mucha gente al conocer la historia quiso colaborar con él.

Algunos usuarios de las redes le ofrecieron ropa, alimento, y, un dentista coordinó con Leandro y Bruno para realizarle el tratamiento dental en los próximos días.

La difícil vida de Bruno

Nació en Minas Gerais y a los cinco años fue abandonado por su madre y tuvo que sobrevivir junto a su hermana y tiempo después con su padre. Su padre y su hermana se fueron a Italia y quedó solo. Incluso, vivió un tiempo en un orfanato. Como si fuera poco, ante la desesperación cayó en las drogas.

“Tengo 33 años y he estado dos veces en clínicas de rehabilitación en Araçatuba (Sao Paulo). Allí empecé a trabajar como técnico de iluminación” contó Bruno. Había logrado estabilizarse, tener trabajo y pareja, pero en 2019 descubrió que su pareja lo engañaba, “me sentí mal y decidí que me iría a vivir al campo, donde nadie me conociera”, agregó.

Así hizo y se fue para Sorocaba en febrero del 2020, pero la pandemia no tardó en llegar a Brasil. Al estar en el campo donde, como él quería, no lo conocía nadie volvió a quedar en la calle. Otra vez, las drogas llegaron a su vida. Otra vez, en situación de pobreza. Otra vez, solo.

El cambio del look que le cambió la vida

“Me sentí una persona diferente, fue mucha alegría. Me hizo recordar el pasado. Lo que más extraño es mi trabajo, es lo que hago desde que tengo diez años” exclamó Bruno cuando le preguntaron qué sintió al mirarse al espejo, luego de pasar por las manos del peluquero.

"Me cansé de la humillación" asegura Bruno, quien ahora mira hacia el futuro.
"Me cansé de la humillación" asegura Bruno, quien ahora mira hacia el futuro.

Aquel hombre indigente de 33 años ya murió, quedó atrás. Hoy Bruno asegura que quiere cambiar su vida para siempre: “ya no quiero ser ese hombre, quiero cambiar” dijo y agregó que lo que importa ahora es el futuro: “yo era escéptico de la vida, no quería saber anda. Cuando Leandro me encontró, era lo que necesitaba. Me cansé de la humillación. Ese no era mi verdadero yo, así que acepté el cambio”.

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