En un viaje de descanso, Isabella Prusak-James, de 21 años y oriunda de Inglaterra, bostezó en pleno vuelo y terminó con la mandíbula dislocada. Su amiga y una azafata intentaron ayudarla, pero finalmente la joven tuvo resolver el problema por su cuenta.
A mediados de este 2022, la estudiante universitaria se tomó un avión con su amiga en dirección a Málaga, España, para descansar por un tiempo. El inconveniente surgió cuando iba a bordo del avión y escuchó un sonido que provenía de su cuerpo: era la su mandíbula saliéndose de lugar.
A raíz de este incidente, Isabella se quedó sin poder hablar y recurrió a su teléfono para explicarle por escrito a su amiga lo que le había ocurrido. Además, le comentó que le diera aviso a una de las azafatas, entendiendo la gravedad del asunto.
Rápidamente, la auxiliar de vuelo acompañó a las amigas hasta el fondo de la cabina de pasajeros, recinto donde suelen prepararse las comidas y bebidas. Una vez en el lugar, Isabella le dio instrucciones a su amiga para que intentara acomodarle la mandíbula. Cabe destacar que los médicos advierten que dicha maniobra requiere de atención profesional, pero la situación era alarmante y no era la primera vez que le sucedía a la joven.
La primera vez que se dislocó su mandíbula fue en 2018, cuando convivía con sus padres. En aquella oportunidad, sus familiares tuvieron que trasladarla al hospital. En este caso, el video, compartido por Isabella en su cuenta de TikTok, demuestra como su amiga trató de ajustarle la mandíbula. “La azafata nos llevó al fondo del avión y corrió la cortina. Fue muy amable, permaneció allí con nosotras y nos asistía. Comprendió las instrucciones que le di a mi amiga y le daba ánimos a ella”, declaró Isabella a la agencia North News and Pictures.
En el video se puede visualizar cómo su amiga no conseguía ayudarla a pesar de los numerosos intentos. Por lo tanto, Isabella decidió probar por su cuenta. Para su sorpresa pudo hacerlo y regresó su hueso mandibular a su posición natural, ya que nunca había intentado hacerlo por su cuenta.
“Mi amiga seguía intentándolo, pero al final me dijo ‘esto me está estresando’. Me preguntó si yo podía hacerlo. Nunca había probado, aunque lo terminé logrando”, afirmó al respecto la joven. “No sentí dolor, solo incomodidad”, detalló Isabella.
“En todas las veces me sucedió luego de haber bostezado. Siempre se me disloca del lado derecho”, aclaró la joven. “Cuando volví a mi asiento, el tipo de al lado me contó que él tenía una placa de metal en la mandíbula y hablamos de nuestros problemas de mandíbula. Todo el mundo fue muy amable, lo cual resultó reconfortante”, manifestó sorprendida por el apoyo recibido de otros pasajeros de vuelo.
Dislocación de mandíbula: un problema recurrente
Desde el servicio nacional de asesoramiento sanitario de Australia, Healthdirect Australia, explicaron que “la dislocación de la mandíbula se produce cuando la parte inferior de la mandíbula se sale de su posición normal. Normalmente se cura bien, aunque puede causar problemas en el futuro. Si te has dislocado la mandíbula, busca ayuda médica lo antes posible. Nunca intentes volver a colocar una mandíbula en su sitio por ti mismo”.
“La dislocación de la mandíbula suele ser el resultado de una lesión, como cuando alguien se daña la cara al caerse o sufre un accidente de tráfico. A veces, ocurre simplemente porque la persona abre demasiado la boca, por ejemplo al comer, bostezar, vomitar o someterse a un procedimiento dental”, agregó la entidad, haciendo hincapié en la atención médica inmediata.