La historia de los años bisiestos está plagada de tragedias y sucesos infortunados que han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva.
Desde la antigua Roma hasta nuestros días, estos años han sido vistos con superstición y temor, como si estuvieran destinados a la desgracia.
Aunque no existe una relación directa entre el calendario y los eventos trágicos, la coincidencia temporal ha llevado a asociar los años bisiestos con momentos oscuros de la historia.
El refrán popular “Año bisiesto, año siniestro” refleja la percepción negativa que rodea a estos períodos en el calendario gregoriano.
Sin embargo, la inclusión de un día extra cada cuatro años tiene sus raíces en decisiones históricas y religiosas. Desde la época de Julio César, quien introdujo el calendario juliano con un día adicional cada cuatro años, hasta la reforma realizada por el Papa Gregorio XIII en 1582 para ajustar el calendario a los ciclos astronómicos, el 29 de febrero ha sido objeto de supersticiones y creencias populares.
En 1616, tanto William Shakespeare como Miguel de Cervantes fallecieron, marcando el fin de una era en la literatura mundial. En 1792, la guillotina fue utilizada por primera vez en Francia, inaugurando una era de terror durante la Revolución Francesa.
En 1812, el ejército de Napoleón sufrió una derrota catastrófica en Rusia, lo que marcó el comienzo del declive del poderío napoleónico en Europa.
En 1912, el Titanic se hundió en su viaje inaugural, provocando una de las mayores tragedias marítimas de la historia. Estos son solo algunos ejemplos de los eventos significativos que han ocurrido en años bisiestos.
En 1932, el mundo fue testigo de uno de los secuestros y asesinatos más crueles cuando Charles Augustus, el hijo de 20 meses del aviador Charles Lindbergh, fue brutalmente asesinado.
Todas las tragedias que ocurrieron en años bisiestos
Ese mismo año, en 1932, comenzó uno de los conflictos armados más sangrientos del siglo XX: la Guerra Civil Española. Esta guerra civil, que se prolongó durante dos años y ocho meses, enfrentó al gobierno de la Segunda República con los sublevados fascistas liderados por Francisco Franco.
La contienda dejó un saldo de alrededor de 500 mil personas fallecidas y marcó el inicio de una dictadura que perduró hasta 1975.
En 1940, durante otro año bisiesto, se construyó uno de los lugares más sombríos de la historia: el campo de concentración de Auschwitz. Este centro de exterminio nazi se convirtió en símbolo del Holocausto y fue responsable de la muerte de más de un millón de personas, en su mayoría judíos.
Estos eventos se suman a una serie de tragedias ocurridas en años bisiestos, como el asesinato de Mahatma Gandhi en 1948, el asesinato de Martin Luther King en 1968, el asesinato de Robert F. Kennedy en el mismo año y el asesinato de John Lennon en 1980.
En el ámbito deportivo, los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 fueron ensombrecidos por el secuestro y asesinato de once atletas israelíes por parte del grupo terrorista Septiembre Negro.
Además, en 1976, Argentina cayó bajo la dictadura militar que dejó un saldo de miles de desaparecidos y un período de represión y violencia que aún resuena en la memoria del país.
La lista de tragedias en años bisiestos es larga y variada, abarcando desde conflictos bélicos hasta asesinatos de figuras prominentes. Aunque no existe una explicación racional para estas coincidencias temporales, la superstición y el miedo persisten entre aquellos que temen a los años bisiestos como portadores de desgracias.
