El hecho de tener una mascota, sobre todo un perro, conlleva una gran responsabilidad dentro de la cual se tiene que tener en cuenta los gastos veterinarios, alimento, hogar, cariño y atención. Indudablemente, uno de los momentos más alarmantes que pueden ocurrir es cuando sufren convulsiones por alguna razón.
Más allá de que es una situación que se va de las manos, es importante saber con antelación cómo se debe actuar para no hacer sufrir al animal y tampoco causar efectos secundarios.
Según estudios de especialistas, los perros son más propensos a tener convulsiones que un gato y, en ese momento, no pueden tragarse la lengua bajo ningún punto de vista ya que no tiene comparación con la del ser humano y no ocurre lo mismo
Qué es una convulsión y cómo actuar
La patología está relacionada a un desequilibrio dentro del cerebro de la mascota que se vincula con un fallo en las señales de excitación e inhibición de sus neuronas.
Algunos de los primeros síntomas que tiene el perro al convulsionar son temblores, sacudidas fuertes y un babeo intenso. Además, suele provocar cambios en la conducta o en sus niveles de conocimiento. Entonces, teniendo en cuenta esto ¿cómo se debe actuar en ese instante?
Indudablemente, la primera acción a realizar es contenerlo para que no pueda correr ni lastimarse o golpearse. Más allá de que sea un momento preocupante, no se puede hacer nada más que eso y, en caso de que se repita, algo que suele suceder en algunos casos, es importante acudir a un veterinario para realizar un tratamiento.
Un tip interesante es tener en cuenta el uso del aceite de cannabis para tratar las convulsiones en animales. Si es de tu agrado e interés puedes consultarlo con tu veterinario de confianza.
Una de las razones a las que puede deberse este tipo de patologías, está relacionada con la epilepsia. Este es un trastorno muy frecuente en los perros y suele presentarse entre los 6 meses y cinco años de edad. Aunque no se sabe más a fondo sobre el surgimiento, si es necesario medicar al perro de por vida.