La pantalla de Telefe se vistió de estreno el pasado lunes con “¿Quién es la máscara?” y la logística del programa da mucha curiosidad en el público. Uno de los puntos fuertes es el operativo para que se mantenga en secreto la identidad detrás de las máscaras.
El programa es conducido por Natalia Oreiro, además la acompaña un jurado de grandes figuras: Wanda Nara, Lizy Tagliani, Roberto Moldavsky y Karina La Princesita. Este jurado tiene la tarea de descifrar qué famoso se encuentra tras la máscara y el disfraz, por lo tanto casi nadie sabe la identidad de los mismos.
En la previa al estreno del show, Oreiro comentó la metodología que utilizan para que no se filtren los nombres de las celebridades. “Yo no lo sé, ni los investigadores, ni la mayoría del equipo: solo cuatro o cinco de la producción lo saben. Es toda una logística súper divertida para trasladarlos porque los va a buscar una persona que tiene un contrato de confidencialidad, y ya desde ahí se tiene que poner la máscara”, aseguró en una entrevista con Teleshow.
Además, la cantante agregó que “Lo llevan a otro lugar, se sube a otro lado y luego llegan acá con la máscara, con un buzo que dice: ´No hables conmigo´, lo meten en un lugar y lo dejan ahí”.
La travesía de formar parte de ¿Quién es la máscara?
“No me hables” dice en el buzo que portan todos los participantes del certamen artístico. Así se visten para poder subir al remis que pasa a buscar a cada artista por su casa, además de cubrirse el rostro con una máscara.
La importancia de la leyenda en la ropa se apoya en la idea de que la personalidad no se sienta en la necesidad de comunicarse y así dar a conocer su voz. Una vez en el estudio de Telefé, otro complice lo acompaña hasta el camarín.
Todas las personas que forman parte del equipo de grabación como el público firman un acuerdo donde se comprometen a resguardar las identidades, en caso de conocerla.
¿Cómo logran que, una vez levantada la máscara, el público presente en la tribuna no sepa quién es el famoso eliminado? Primero se desaloja el estudio para poder grabar el final del programa donde la conductora le retira la máscara al participante. Luego se editan las escenas para agregar las caras de emoción del público.