Una chica quiso hacer un chiste en Instagram pero la broma fue tomada como una burla y la reacción que generó fue impensada. Todo se inició cuando una joven llamada Pau Palumbo compartió una foto en su cuenta de Instagram donde se veía que una milanesa a medio a comer sobre una hoja de papel y la etiqueta: “Estoy comiendo arriba de un CV que vinieron a dejar”.
Tras el “chiste” la indignación no se hizo esperar y escaló muy rápidamente. La chica recibió muchos mensajes con recriminaciones, insultos y amenazas. Los usuarios en redes la repudiaron diciendo que era una insensible y que no tenía en cuenta la necesidad de la persona que había su CV para buscar un trabajo.
Cuando los mensajes y críticas comenzaron a acumularse, la joven no reaccionó de la mejor manera y atacó con una respuesta tan polémica como su posteo original: “¿Para qué me siguen? Quieren que coma arriba de sus CV o qué? Vayan a dormir, fantasmas”. Luego publicó otra historia más en su Instagram para justificarse: “No me rompan más los huevos loco. Por qué no cierran el orto, sin vidas. La gente deja los CV igual y los del trabajo los tiran a la basura, ya me re volaron los pelos y no tenía plato”.
Explicación y polémica
Su furiosa explicación no hizo más que incrementar los mensajes de odio y las amenazas de muerte comenzaron a llegar contra ella y su familia. Fue en ese punto que Pau Palumbo se tomó el tiempo de brindar una explicación más detallada sobre por qué hizo la burla que publicó en Instagram, aunque la aclaración la hizo en su cuenta de Twitter.
“Voy a contar cómo fue todo porque ya me cansé de recibir amenazas de muerte, mensajes de hombres diciéndome que me van a buscar y violar, que me van a cortar la cara, gente pasándome fotos de armas, pasándome la dirección de mi casa, todos mis datos, mi documento, mi obra social, mi número teléfono. 50 mil mensajes de todas las redes sociales, amenazas a mi familia y más cosas”, dijo en la primera parte de su relato.
Explicó: “Para empezar la foto viralizada de la comida está editada. Vinieron a dejar un CV. Le dije al chico que no me lo deje, que se lo lleve porque en mi trabajo no toman gente cuando dejan los CV. Además, le aclaré que los supervisores los tiran como en muchos lados y varias personas saben eso. Le dije eso dos veces para que directamente no se gaste en dejarlo pero me lo quiso dejar igual. Agarré y lo guardé (cuando dejan CV en este trabajo lo dejan arriba de mi mostrador)”. Luego continuó: “Eran las 3 de la tarde, tuve tiempo de pedirme algo para comer, me dieron una bandeja de plástico con cubiertos de plástico que claramente no podía comer de ahí. “(El CV) era lo único que tenía a mano, que podía usar. Ya sé que no tendría que haber subido ninguna historia ni nada, pero yo subo estupideces siempre, esto jamás pensé que iba a difundirse como se difundió. Pensé que iba a verlo la gente de mi Instagram y nadie más, pido perdón si alguien se sintió ofendido o algo por todo lo que pasó”.
Finalmente apeló al recurso más trillado pero certero y cerró diciendo que quienes la conocen saben que no tiene maldad: “La gente de mi entorno, que me conoce de verdad, sabe cómo soy yo, sabe que no soy lo que me hicieron aparentar en la historia, ni una mala persona. Cada vez que tengo la oportunidad de ayudar a alguien ayudo y si alguien no me quiere creer, por lo menos queda en mi y en mi entorno”.
Finalmente cerró su relato con estas palabras: “No tengo nada más para decir, pero me parece que ya se fue de las manos”.
Sus explicaciones, sin embargo, no calmaron los ánimos y las críticas contra ella siguieron. Ella, cansada de los ataques, respondió: “Ya sé que me equivoqué, ¿qué más querés que haga? No entiendo”.