Si tenés en casa cajones de verduras que ya no usás, es hora de darles una nueva vida. Con unos simples pasos, podés transformarlos en repisas, banquitos, revisteros y hasta fruteras.
Revistero único
Convertir tu cajón en un revistero es muy fácil. Solo necesitás:
- Pintura acrílica para darle color.
- Barniz en spray para un acabado más duradero.
- Lija suave.
- Ruedas pequeñas (opcional).
Primero, lija el cajón y dale una capa de pintura acrílica. Cuando se seque, aplicá barniz en spray para darle un toque final y protegerlo. Si querés que se mueva más fácil, podés agregarle unas ruedas pequeñas. Ideal para tu salón o habitación.
Frutera original
Para hacer una frutera con estilo, necesitás:
- Barniz para proteger la madera.
- Pintura si querés un toque de color.
- Lija para alisar la superficie.
- Tela o papel decorativo para el fondo (opcional).
Primero, lijá el cajón para que quede suave. Después, pintalo si querés darle color, y aplicá el barniz para protegerlo. Si te gusta el detalle, podés poner una capa de tela o papel decorativo en el fondo para hacerlo más original. Listo para mostrar tus frutas.
Repisa creativa
Para hacer una repisa con un cajón de verduras, necesitás:
- Pintura (el color que más te guste).
- Barniz transparente para darle un toque duradero.
- Lija fina para suavizar la superficie.
- Tornillos y soportes para fijarlo a la pared.
Lo primero que tenés que hacer es lijar bien el cajón para que quede suave. Luego, pintalo y, cuando seque, dale una capa de barniz. Finalmente, poné los soportes en la parte trasera del cajón y ya está listo para colgar.
Banquito práctico
¿Querés un banquito funcional y original? Necesitás:
- Pintura y barniz (si preferís un acabado más natural, podés omitir la pintura).
- Lija gruesa y fina.
- Ruedas con freno.
- Cojín o espuma para el asiento.
- Tela para cubrir el cojín.
- Pegamento o grapas para fijar la tela.