Darle una segunda vida a los vasos plásticos desechables es ahora posible y además muy fácil. Con un proceso sencillo y pocos materiales, podés convertir esos vasos que suelen acabar en la basura en macetas de cemento únicas y decorativas.
Este reciclaje creativo no solo embellecerá tus espacios, sino que también es una forma de ayudar al medio ambiente sin un gran esfuerzo.
Si tenés vasos de plástico guardados después de una reunión o festejo, en vez de desecharlos, podés aprovecharlos para crear algo útil y estético. Una vez listos, estas macetas pueden decorar tu jardín, balcón o incluso el interior de tu hogar.
Materiales necesarios:
- 2 vasos de plástico (uno pequeño y otro más grande para el molde externo)
- Cemento (cantidad según el tamaño de los vasos)
- 3 palitos de madera rectangulares del mismo largo que el vaso grande
- Pegamento resistente
- Aceite u otro material para ayudar a despegar la maceta finalizada
Paso a paso para hacer tus macetas de cemento
- Preparación del molde: Aplicá pegamento en el borde superior del vaso plástico más pequeño. Colocá este vaso boca abajo en el centro de la base del vaso más grande, que servirá como molde para la maceta.
- Ajuste de la estructura: Luego, adherí los tres palitos de madera en el vaso grande, colocándolos verticalmente para sostener la estructura. Asegurate de fijarlos firmemente con pegamento para que se mantengan estables.
- Aplicación del cemento: Cubrí el vaso grande con cemento, presionando suavemente la mezcla para asegurar que se adhiera bien a los bordes internos. Golpeá ligeramente el molde sobre una superficie plana para eliminar burbujas de aire y permitir una mejor adherencia del cemento.
- Desmolde y acabado: Una vez que el cemento esté seco, aplicá un poco de aceite en el borde interno para facilitar el desmolde. Retirá el vaso plástico con cuidado y ¡voilà! Tu nueva maceta estará lista para usarse.