Reciclar puede ser mucho más que una simple tarea de recolección de materiales. Con un poco de creatividad, esos tubos de papel higiénico que usualmente se descartan pueden convertirse en útiles y estéticamente agradables organizadores de escritorio.
Materiales necesarios:
- Tubos de papel higiénico vacíos
- Papel decorativo (puede ser papel de regalo, papel kraft o cualquier otro de tu preferencia)
- Pinturas acrílicas o en aerosol de colores vibrantes
- Tijeras
- Pegamento en barra o cola blanca
- Cartulina o cartón
- Pinceles
- Regla y lápiz
Paso 1: Preparar los tubos de papel higiénico
Antes de comenzar a decorar, asegúrate de que los tubos de papel higiénico estén limpios y en buen estado. Si alguno está ligeramente aplastado, puedes enderezarlo presionando suavemente con las manos.
Paso 2: Forrar los tubos con papel decorativo
Corta el papel decorativo al tamaño adecuado para cubrir completamente cada tubo. Aplica pegamento en barra o cola blanca alrededor del tubo y envuélvelo cuidadosamente con el papel decorativo. Asegúrate de que el papel quede bien adherido y sin arrugas. Si lo prefieres, puedes usar cinta adhesiva decorativa en los bordes para darle un acabado más elegante.
Paso 3: Pintar los tubos (opcional)
Si optas por no utilizar papel decorativo, puedes pintar los tubos directamente. Usa pinturas acrílicas o en aerosol para cubrir toda la superficie. Deja secar completamente antes de proceder al siguiente paso. Esta opción te permite jugar con colores y patrones, creando organizadores únicos.
Paso 4: Crear la base del organizador
Toma una cartulina o cartón y dibuja un círculo o un rectángulo que servirá como base para tus tubos decorados. El tamaño dependerá de cuántos tubos vayas a utilizar. Corta la forma con tijeras y pinta o decora la base para que combine con los tubos.
Paso 5: Ensamblar los tubos en la base
Una vez que los tubos estén decorados y la base esté lista, utiliza pegamento fuerte para fijar los tubos a la base. Colócalos en la disposición que prefieras: en línea, en forma de triángulo o en cualquier otro patrón que te guste. Presiona firmemente para asegurarte de que los tubos queden bien adheridos.
Paso 6: Personalizar los organizadores
Para un toque final, puedes añadir pequeñas etiquetas personalizadas a cada tubo, indicando lo que contiene (lápices, bolígrafos, pinceles, etc.). Esto no solo le dará un aspecto organizado, sino que también será práctico para encontrar lo que necesitas rápidamente.
Paso 7: Colocar y utilizar
Una vez que todo esté bien seco y ensamblado, coloca tu nuevo organizador de escritorio en tu espacio de trabajo. Disfruta de tener todo a mano y bien organizado, sabiendo que has reciclado materiales y añadido un toque personal a tu escritorio.