Este domingo se realizó la entrega de los premios BAFTA, los galardones considerados como los Oscar británicos. Y si bien pasaron un montón de personalidades por la alfombra roja, quien se llevó todas las miradas y se quedó con todos los flashes fue Salma Hayek.
La actriz mexicana es dueña de una belleza espectacular y sus looks siempre impactan por eso, este fin de semana, no fue la excepción. La morocha caminó adelante de los fotógrafos con un vestido violeta oscuro de terciopelo que está inspirado en la cultura gótica.
Se trata de un diseño Gucci que tiene un escote corazón enmarcado por encaje negro; las mangas largas tipo farol también tenían detalles transparentes y lo que alucinó a todos fue la pronunciada abertura de la falda en el costado izquierdo. Dejaba al descubierto su pierna y toque sensual volvió a darlo el encaje.
La artista de “House of Gucci” complementó su vestuario con zapatos cerrados y altos de color negro para seguir con la estética propuesta. Su pelo recogido en un gran rodete con accesorios de perlas hicieron que su rostro de maquillaje natural brillara y que el vestido se llevara todo el protagonismo.
La espalda del vestido se merece un párrafo aparte porque era grande y sexy cubierto del mismo tul negro.
Salma Hayek, una apasionada de las prendas violetas
Primero se mostró como la madre más cool de todas al sentarse en primera fila con su hija e hijastra en el desfile de Balenciaga en París y ahora la rompió con su look para la entrega de los premios BAFTA. Para esta oportunidad dejó de lado el negro y escogió un color que le asienta muy bien.
El vestido de terciopelo morado de Gucci realzaba sus curvas. Y no sorprendió mucho el color ya que en los ‘90 también fue uno de sus preferidos. A comienzos del primer lustro de los 2000, la artista mexicana paseaba ante la prensa con modelos ceñidos en tonos más pasteles.
Como el minivestido lila de Hervé Léger que llevó al estreno de “Arma Letal” en 1998, o en Cannes en 2015.