Este lunes, el tren Roca sufrió una demora imprevista pero no por una medida de fuerza, un problema técnico o alguna situación similar. Por el contrario, la eventualidad que detuvo la formación se debió a un joven que se quedó dormido y su cabeza se atoró en el apoyabrazos de una de las butacas.
El incidente ocurrió durante la tarde a la altura de la estación Villa Elisa, en Buenos Aires y según surgió de la reconstrucción, el damnificado intentó dormirse en los dos asientos y al momento de acomodarse, ubicó su cabeza en el apoyabrazos. Pero después no pudo sacarla y el servicio fue interrumpido.
La situación se viralizó en las redes sociales, luego de que otros usuarios del medio de transporte fotografiaran y filmaran la situación y subieran el material a plataformas como Twitter.
“Volviendo de la facultad se paró el tren 20 min porque a este hermoso muñeco se le quedó atorada la cabeza en el apoyabrazos. Gracias roquita, por suerte salió”, escribió una persona identificada en esa red social como Juan Andrés.
En el lugar se hicieron presentes operarios de Trenes Argentinos, quienes prestaron ayuda al joven en ‘cautiverio’ y tras algunas maniobras e intentos fallidos pudo liberarse. Transcurridos los instantes de angustia e incertidumbre, el tren retomó su demorada marcha.